Políticas

25/5/2016|1412

Por la libertad de los compañeros del Seom


Luego de una marcha del Seom por la recategorización de trabajadores el gobierno produjo allanamientos y la detención de los compañeros del Seom en sus domicilios. La justicia se ha negado a brindar la excarcelación, un nuevo atropello que demuestra el carácter de recurso político de la detenciones. Los compañeros llevan más de una semana detenidos.


El gobierno de Gerardo Morales se ha beneficiado de una relación privilegiada con el gobierno nacional, que le ha permitido adelantos de los fondos coparticipables, ser la primera provincia en firmar el reintegro del 15% de la coparticipación federal, entre las medidas más importantes de apoyo a la provincia. Sin embargo, nada de esto se ha podido reflejar en las condiciones de vida de los trabajadores de Jujuy. Atrás quedaron los anuncios de grandes inversiones en la provincia y de `devolver la dignidad del trabajo`.


La situación política provincial se encuentra al borde de un colapso y el gobierno pretende utilizar el recurso político de la persecución y regimentación del pueblo para intentar contener esta situación, que amenaza con volverse explosiva. Desde que asumió el gobierno de Morales, se han perdido cientos de puestos de trabajo, tanto en el ámbito público como privado. Más de mil puestos en la construcción, 700 por el anuncio del cierre de la mina Pirquita. Además, el plan de emergencia del gobierno para el ingenio La Esperanza prevé el desguace de sus tierras y el pase a retiro de 300 trabajadores, despidos y suspensiones en Aceros Zapla.


El gobierno viene utilizando las detenciones como un elemento para desviar la atención de los problemas de fondo  presentándose como un `garante de la paz` `luchador contra la corrupción` o `reconstructor del Estado`. Nada más lejos de la realidad, se ha aliado con los socios de Milagro Sala, colocando un sector importante de ese movimiento social bajo su designio.


Las detenciones del Seom, en particular,  son una respuesta del Estado a la organización de los trabajadores que enfrenta el ajuste y que no quieren que descarguen la crisis sobre sus hombros. Las detenciones se produjeron después de arrancar una conquista (recategorizaciones de obreros precarizados), es claro el mensaje del gobierno: marche preso el obrero que lucha, lo que busca amilanar a todo el movimiento obrero.


El sindicato ha votado en asamblea una marcha `a pata` desde Yuto y La Quiaca hasta la San Salvador de Jujuy para exigir la libertad de los compañeros. 


Conquistar su liberación asestaría un golpe al gobierno ajustador de Morales y daría un impulso a los trabajadores para reforzar su lucha por mejores condiciones de trabajo, contra los despidos y el ajuste.