Casi la mitad de la población es pobre en Córdoba. El último informe del Indec da cuenta que la provincia tiene un 46,6% de habitantes bajo la línea de la pobreza, de ese universo hay un 10,8 % que es indigente. Las cifras superan al promedio nacional en ambas mediciones.

Sucede que a nivel nacional la pobreza se ubicó en el 40,6% en la primera mitad del año. De esta manera hay 18,8 millones de personas pobres en todo el país. En tanto que la indigencia representa un 10,7 de la población, casi 5 millones de personas pasan hambre, brutal.

¿Por qué Córdoba supera el promedio nacional en pobreza e indigencia? Un principio de respuesta se encuentra en el crecimiento de la desocupación y la precarización laboral. Los “nuevos empleos” postsegunda ola de coronavirus se caracterizan la informalidad y los bajos ingresos, muy por debajo de la suba de precios.

Además, hay en curso una confiscación de los ingresos populares mediante la inflación. La suba de precios en la provincia acumuló un aumento del 26,96% en el primer semestre, a nivel nacional fue del 25,3%. La suba del transporte y de todos los servicios fue un factor clave.

Casi todas las paritarias perdieron frente a la inflación, a excepción de los sindicatos clasistas del neumático Sutna, y de lxs trabajadores municipales del Sitram (municipales) de Jesús María.  El retroceso de los salarios y jubilaciones es una política de Estado. Por eso, lxs trabajadores estatales de conjunto vienen perdiendo como la guerra frente a la suba de precios.

En este punto la burocracia de las centrales sindicales son garantes de la pérdida del poder adquisitivo de lxs trabajadores cordobeses. En especial la burocracia kirchnerista de la docencia, sin dudas la peor del grado. El salario inicial de bolsillo llegará este mes a $48.764 y contando el incentivo llega a los $52.384,29. Una médica residente percibe menos de $60.000. El básico de un trabajador esencial de Estado estará siempre por debajo de la canasta de pobreza.

Como se ve, el gobierno de Juan Schiaretti aplica a fondo una orientación antisalarial, y la oposición de Juez y De Loredo la acompañan. De conjunto todos los partidos capitalistas apoyan este rumbo de confiscación de los ingresos populares.

De esta manera crece la pobreza y el hambre, sobre todo en las barriadas populares. En este cuadro, el Polo Obrero, y las organizaciones del Frente de Lucha Piquetero, vienen impulsando la lucha por el salario mínimo que afecta al conjunto de la clase obrera. En ese sentido se organizaron grandes movilizaciones que paralizaron el centro de Córdoba.

De esta manera, la pobreza, la desocupación, la falta de vivienda y el hambre son enfrentadas por una fuerza organizada de trabajadores que crece día a día en los barrios. Para enfrentar el brutal ajuste de quienes gobiernan el Partido Obrero hará una campaña electoral para reforzar la lucha y la organización, y sobre esa base desarrollar una alternativa propia de lxs trabajadores. Enfrentemos el ajuste con la izquierda.

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