Políticas

30/11/2018

Por qué el kirchnerismo no marcha contra el G20

“Vamos a volver”… con el FMI.

La movilización internacional que año tras año se desenvuelve contra la cumbre del G20 hoy tendrá su sede en Argentina, enfrentando el inmenso operativo represivo de Macri y Bullrich para repudiar en las calles las políticas de opresión de los gobiernos imperialistas y sus cómplices, desde las masacres en Medio Oriente a los planes generalizados de ajuste. La marcha repudiará las reformas laborales flexibilizadoras y de destrucción de las jubilaciones en todo el mundo y en suelo local: el gobierno de Macri reiteró sus intenciones en este sentido, tras elogiar la reforma laboral francesa al reunirse con el mandatario francés Emmanuel Macron.


El kirchnerismo, sin embargo, no será de la partida. Como informó La Política Online en su edición de ayer, “Cristina Kirchner se recluyó en El Calafate y definió que sus militantes no se sumen a las marchas de protesta contra la cumbre del G20 que se realiza en Buenos Aires, en un nuevo gesto de moderación de la ex Presidenta de cara al gobierno de Mauricio Macri”. Ya en ocasión del foro convocado por Clacso, la ex mandataria había puesto paños fríos a quienes la calificaron de “contracumbre”, marcando que se trataba solo de “un espacio de ideas”, al tiempo que pedía frenar los cánticos de repudio a Mauricio Macri y declaraba perimida la distinción entre derecha e izquierda.


CFK fue una de las fundadoras de los encuentros del G20 cuando fungía como presidenta, y mantuvo todos los compromisos con el imperialismo, desde el envío de tropas para reprimir en Haití hasta el pago serial de la deuda, el pago al contado al FMI y el acuerdo ruinoso con el Club de París, entre otros. El mensaje para los capitalistas, tanto más enfático cuanto más se acercan las elecciones, es que un eventual retorno del peronismo en 2019 tendrá lugar en connivencia con Donald Trump y compañía y respetando los compromisos con el imperialismo –en primer lugar el acuerdo con el FMI, como viene señalando reiteradamente Axel Kicillof.


CFK busca desligar esta iniciativa electoral de cualquier movilización contra el ajuste en curso. El asunto se replica en los sindicatos que dirige el kirchnerismo, concentrados en contener las luchas obreras mientras el ajuste se desenvuelve sin pausa (protagonizado en muchos casos por los gobernadores “nac&pop”, como ocurre en Santa Cruz).


El kirchnerismo repite como un mantra que hay que “concentrar” todos los esfuerzos en relevar a Macri por la vía electoral, lo que valdría cualquier sacrificio para las luchas sociales y la alianza con los gobernadores y bloques del pejotismo que han apoyado y votado sistemáticamente todas las leyes antiobreras del gobierno –un factor clave para la perdurabilidad del macrismo–, e incluso con la Iglesia. El llamado cristinista a “desensillar” frente al G20 apunta a dejar en claro frente a los capitalistas que un eventual relevo del gobierno Macri encabezado por ella no romperá los pactos de ajuste y entrega del país al capital financiero.


Desde el Partido Obrero marchamos junto al Frente de Izquierda contra el imperialismo y los pactos con el FMI.