Políticas

16/4/1998|581

Por un 1º de Mayo solidario con los mineros del Turbio, los bancarios del Patricios y los desocupados

La responsabilidad de la hora para todo obrero conciente es luchar por la victoria de tres luchas que quieren decidir el futuro de los trabajadores.


Desde el fondo de la mina, los trabajadores del Turbio luchan con coraje y desesperación por poner fin a la flexibilidad, salarios de hambre, condiciones de trabajo salvajes y la destrucción de su comunidad. Están apoyados por la mayoría de los trabajadores de Santa Cruz.


Los bancarios del Patricios luchan contra el vaciamiento de las empresas que los deja en la calle y contra las ‘fusiones’ que subsidia el Banco Central bajo la condición de que se despida empleados, se rebajen sueldos y se alargue la jornada laboral.


Los compañeros desocupados se van quedando sin siquiera los ‘planes trabajar’, que simplemente ofrecían 200 pesos a una proporción ínfima de personas. La plata de los presupuestos se va al pago de la deuda externa, a subsidios para las patronales y a los negociados —no queda ni un centavo para el obrero y la obrera sin trabajo.


Es un deber irrenunciable de todas las organizaciones obreras y populares que quieran merecer ese nombre, que hagamos una movilización de solidaridad con esas luchas el 1º de Mayo. Esta movilización servirá para poner de manifiesto la verdadera divisoria de aguas en el país: los obreros, los desocupados, los sin tierra y sin techo, los estudiantes, los luchadores, los explotados, de un lado; los imperialistas, los políticos oficiales y patronales; las patronales; el gran clero; Menem, Duhalde, Bussi, Alfonsin, Meijide, Cavallo, del otro.


La estrategia política del pueblo deber ser entonces: no al seguidismo a los partidos y caudillos patronales, por la organización política independiente de los trabajadores y de las trabajadoras.


Sólo así lograremos el juicio y castigo a los genocidas; el reparto de las horas de trabajo sin modificar los salarios para enfrentar la desocupación que crea el capitalismo; poner fin a la entrega económica y política del país al imperialismo; aumentar los salarios, los presupuestos de educación y salud a costa de los grandes beneficios capitalistas, asegurando su gratuidad; sólo así lograremos la unidad política de los obreros y campesinos de América Latina para acabar con cinco siglos de sometimiento y superexplotación.


Por un acto político-reivindicativo de todas las organizaciones partidistas y reivindicativas de los trabajadores, el 1º de Mayo.