Por un congreso de delegados y una nueva dirección de la Uocra
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Los trabajadores de la construcción no necesitaron ver las imágenes de Telenoche Investiga para saber que la Uocra está dirigida por una ‘mafia’ coimera, corrupta y propatronal, como sucede en la mayoría de los burocratizados sindicatos.
La delación de compañeros combativos a la patronal, las patotas contra los activistas y contra la izquierda y la connivencia con las patronales son moneda corriente. Es sabido también que todo eso se hace por expresas directivas dé Gerardo Martínez. En la Uocra no se hace nada que Gerardo Martínez no sepa ni ordene.
Por eso, apenas salió en la televisión cómo el adjunto de la Uocra Capital y otros 4 ‘colaboradores sindicales’ cobraban la coima para que una obra siguiera burlando las normas de seguridad laboral, se armó un vasto operativo para salvar la figura de Martínez.
No sólo Daer, sino también Moyano, para sorpresa de sus simpatizantes combativos, se unieron para rescatar al burócrata mayor de la Uocra. En un hecho insólito para el público, la gran patronal fue a la asamblea que se hizo en el miniestadio de Ferro para expresar la solidaridad con Martínez. Allí estuvo, cuenta Clarín (29/6) el titular de la Cámara Argentina de la Construcción, Gregorio Chodos, quien dijo que fue a “ratificar nuestro respaldo a la conducción de la Uocra”.
Si algo faltaba todavía, Eduardo Baglietto, vicepresidente del área construcciones de Techint, acusado de ‘coimero viejo’, ya que es así como Techint ‘gana’ los contratos del Estado, fue más lejo, si cabe, en esta defensa de Gerardo Martínez. “Muchas veces se le echa la culpa al gremio -pontificó-, pero el primer culpable es el empresario que infringe la ley. La ética debe partir del empresario” (La Nación, 30/6). Semejante ‘mea culpa’ del ‘patrón’ de Techint cuando cinco sindicalistas son sorprendidos ‘in fraganti’, no es casual ni inocente.
El temor que embargó a todos fue que el impacto de la filmación provocara una hecatombe en la Uocra, incluida la renuncia de Martínez y toda su ‘pandilla’. El ‘coimero’ Daer fue corriendo a respaldar a Martínez. Lo mismo hizo Moyano, lo que desnuda sus limitaciones insalvables.
El pedido de coima a las patronales es una práctica que lleva años y años, pero en este caso pone en juego la vida de los obreros de la construcción, ya que tiene que ver con la seguridad laboral. Esto es una clara demostración de que la Uocra no solamente está dirigida por una pandilla de lúmpenes, sino que es enemiga de los propios obreros. Es elemental que Martínez y todos sus seguidores deben renunciar para poner en pie nuevamente a la Uocra como sindicato. Y que se forme una comisión de obreros de la construcción, elegidos en asamblea, para conducir la Uocra y para investigar las ramificaciones de la banda coimera pro-patronal.
Accidentes
Los accidentes en la construcción no son uno sino el principal problema del gremio. “La seguridad laboral es uno de los puntos más sensibles en la construcción: uno de cada 5 trabajadores se accidenta una vez por año. Y cada dos días, un albañil muere, generalmente por caídas desde alturas... En la inmensa mayoría de los casos, esto sucede porque las empresas no respetan las normas de seguridad ni les proveen a los trabajadores los elementos que evitarían esos accidentes” {Clarín, 29/6).
La burocracia le asestó un golpe mortal a la permanente, constante y tenaz lucha de los obreros de la construcción por cambiar la ley de riesgos del trabajo que convirtió a los accidentes laborales en un negocio financiero, a cargo de las ART, que son propiedad de bancos y compañías de seguro. No por casualidad Gerardo Martínez apoyó en su momento (1996) la creación del nuevo sistema de accidentes laborales que ‘resarce’ con 100 pesos por mes a los trabajadores mutilados o a las viudas de los compañeros muertos por accidentes de trabajo.
Ahora, está a la vista algo que el PO planteó desde el primer momento, apenas Gerardo Martínez presentó, en 1998, un proyecto de ley para cambiar el sistema de accidentes laborales: el burócrata no lo hacía para emprender una lucha a fondo contra los accidentes, sino que había cambiado de posición para salvar su responsabilidad por la seguidilla de muertes laborales en el gremio desde el funcionamiento de las AET y para elevar el pedido de coima ante las grandes patronales.
El gobierno pretende aprovechar ahora la revelación de las coimas para aprobar por decreto un cambio en la ley de riesgos del trabajo con el acuerdo de las patronales y las ART. Con este decreto se' quiere evitar que el Congreso apruebe cambios más amplios, que autoricen los reclamos por accidentes ante' el Poder Judicial, aunque tanto los proyectos de la Alianza como los del PJ plantean que las ART continúen administrando los accidentes y sigan siendo un excelente negocio financiero contra los trabajadores.
Quieren preservar lo esencial de la ley: indemnizaciones bajas, inferiores a las que reciben el resto de los ciudadanos por incapacidades similares; que el trabajador no pueda ir a juicio y pedir el resarcimiento económico integral; que no pueda recurrir a las comisiones médicas -que son las que determinan las incapacidades— ante la Justicia del Trabajo, y que no puedan incorporarse como enfermedades del trabajo muchas patologías no reconocidas actualmente por el listado oficial.
Por todo esto el PO plantea:
- Renuncia de todo el Consejo Directivo de la Uocra.
- Elección de una comisión obrera que asuma la conducción de la Uocra e investigue las ramificaciones de Ladina y compañía.
- Comités obreros para controlar la seguridad laboral en las obras.
- Aumento de las indemnizaciones. Resarcimiento económico integral. Reconocimiento de todas las enfermedades laborales. Derecho a enjuiciar a las patronales por los accidentes ocurridos.