El año 2006 debuta con una ofensiva en regla contra los trabajadores y los sectores de la clase media.

 

Alperovich ha enviado el proyecto de presupuesto 2006, que no prevé modificar los básicos salariales y cuando la inflación pronosticada supera el 10%. También prolongó por un año la Ley de Emergencia Económica que ya tiene 14 años de vida. Esta ley permite al gobierno provincial no adherir a las subas salariales dispuestas por la nación y lo exime de convocar a paritaria durante todo el año. Por último, esta ley pone a resguardo los bienes del Estado de cualquier tipo de embargo y congela la cobertura de vacantes en la administración pública, lo cual significa que los que tienen empleo tendrán que “aumentar su productividad”.

 

Alperovich, y los intendentes a su vez, han decretado un violento impuestazo. Acaban de anunciar la modificación del Código Tributario, bajando el mínimo imponible, para que los profesionales que ganen a partir de 5.000 pesos (antes el piso era de 15.000 pesos) paguen ingresos brutos.

 

Por su lado, los intendentes están aumentando las tasas. En el caso de la capital hasta un 150%.

 

Pero esto no es todo, en la capital, Amaya ha decidido aumentar el impuesto inmobiliario (CISI) en un 50% lo cual ha despertado un fuerte rechazo en la clase media y en los sectores trabajadores. Se trata de un verdadero ataque en regla a los que menos tienen.

 

Construyamos la oposición a la camarilla

 

Alperovich ha convocado a elecciones de constituyente para el 19 de febrero. Pretende reformar la constitución. El único punto decisivo que le interesa al gobierno es eliminar la cláusula que impide la reelección.

 

La oposición se ha retirado de las elecciones; es que los constituyentes no cobran dieta y la oposición no tiene el carácter de tal; en los hechos apoya la reelección. Los partidos que sí concurren están a favor de la reelección y son parte del aparato del gobierno. Alperovich los ha financiado para legitimar su intento de perpetuación.

 

Llamamos a organizar la oposición real a la camarilla votando al Partido Obrero.