Políticas

19/9/2002|772

Por una Constituyente en Mar del Plata

Asediado por la crisis financiera, las huelgas municipales y el Acampe del Bloque Piquetero marplatense, el intendente estrella Aprile (Ucr-Frenapo) fue reemplazado por el gobierno de Katz, surgido de un pacto entre fracciones del PJ y la Ucr (similar al gobierno de Duhalde).


Esta experiencia, que lleva 5 meses, replantea un escenario de crisis política y sublevación popular.


 


El Jagüel marplatense


La monstruosa sucesión de asesinatos y mutilaciones “seriales” (que asolan desde hace años la ciudad) ha comenzado a revelarse, con el procesamiento de nueve policías y un fiscal federal, como una de las expresiones más notables de la descomposición final de “la Bonaerense” (…).


Por eso la movilización popular debe plantear sin ambages la disolución de los organismos policiales y la puesta en pie de una red de comisiones de seguridad barrial, como parte de la constitución de una alternativa de gobierno de los explotados.


 


El gobierno municipal no vale ni cinco centavos


Una nueva crisis del transporte asoma con toda su furia. El origen es que la Comisión de Transporte ha resuelto rebajar los 5 centavos de aumento del boleto “alternativo” otorgado en la última crisis (…).


Pero la Cámara de Transporte quiere quedarse con todo: con los 300.000 pesos de subsidio y el aumento, y amenaza con producir despidos masivos, además de ratificar su negativa a abonar los 100 pesos de aumento a los choferes (…).


¿Puede haber una demostración más clara de impotencia política?


La crisis financiera municipal no sólo amenaza la continuidad salarial de la planta laboral, sino que ha desmantelado las salas sanitarias de atención primaria, contribuyendo así al colapso hospitalario.


Hay que derogar la sobretasa regresiva e incobrable e imponer un impuesto extraordinario sobre la reactivada oligarquía inmobiliaria marplatense (ligada al alojamiento turístico) y los (también reactivados) pulpos exportadores de pescado. Sobre esta base se puede no sólo reestablecer los servicios esenciales municipales, sino imponer un subsidio fijo a los cientos de comedores que están organizando las Sociedades de Fomento y las Comisiones de Desocupados.


 


Por otro Marplatazo


(…) La larga agonía del gobierno municipal (obedece) a la dispersión de la lucha popular marplatense.


Es la política de sostenimiento de las direcciones sindicales, no sólo de la CGT (desaparecida en la inacción) sino sobre todo del bloque Cta-Ccc (engordado con decenas de miles de planes sociales), que juega el papel de contención social en nuestra ciudad (…).


(…) El desafío político (es) preparar un Congreso de Organizaciones en Lucha, que elabore un programa para tomar en sus manos la resolución del hambre, la desocupación, la salud, el transporte y la seguridad barrial, llamando a todas las organizaciones populares a romper la tregua y remover al gobierno de Katz y que el gobierno pase a manos de una Asamblea Popular Constituyente.