Clarín no es un diario inclinado a difundir la preparación de las grandes luchas populares, y menos aún a hacerlo con más de tres semanas de anticipación. Por otra parte, nada escapa en la confección del diario al ojo vigilante de su “soviet” empresario. La extensa cobertura que le dio, el pasado martes 14, al tema de la Marcha Federal (“protesta nacional”, titula el diario) constituye, por este motivo, todo un dato político, y no solamente esto. El artículo central y las cuatro notas que lo acompañan se esmeran en ignorar que la iniciativa de la Marcha fue adoptada por las organizaciones obreras del NOA y le otorga la inspiración del movimiento a los burócratas del CTA y del MTA y a los aliados patronales de éstos. El diario participa en forma decisiva, entonces, en la maniobra de confiscarle a la Marcha sus características clasistas.

Pero la operación no es, por cierto, exclusivamente ideológica, sino que está reflejando la disposición de una parte importante del gran capital a usufructuar para su política y para sus intereses la Marcha Federal. Los últimos días y semanas han reflejado una onda de reclamos de alteración de la política económica vigente por parte del conjunto de los capitalistas agrarios y las exigencias de subsidios de numerosos sectores industriales; los propios pulpos automotrices además se ven enfrentados a un intento de recortarles la protección alevosa de que gozan frente a la competencia extranjera, algo que es pagado por los trabajadores y los consumidores. Quizás esto explique que “Rosendo Fraga, habitual interlocutor de Cavallo, aconsej(e) estar atento al resultado de esa marcha en cada uno de los encuentros que mantiene con empresarios” (Página 12, 11/6/94).

Clarín se empeña en destacar el apoyo que le darían a la Marcha Jesús Rodríguez, Federico Storani y José Octavio Bordón, junto, claro está, a Mary Sánchez, Alberto Piccinini, De Gennaro y Chacho Alvarez. Para el “gran diario” éste sería el “arco opositor” que podría salir en defensa de los grandes pulpos nacionales y extranjeros exportadores, en perjuicio relativo de los pulpos bancarios y de los Fondos que alimentan (y se alimentan) de la especulación internacional.

Tenemos que intervenir con todo, entonces, en la Marcha Federal con nuestras reivindicaciones, que son opuestas a las de las patronales y de sus socios burocráticos, y, en especial, sin ignorar en absoluto, y no sólo esto, sino denunciando, la usurpación capitalista que se pretende consumar.