Políticas

11/3/1993|384

Posse quiere salvar el negociado del peaje

Las multitudinarias movilizaciones en oposición a la instalación del peaje en el inicio de la Panamericana, no debe llevar a que se pierda de vista que los intendentes radicales de Vicente López y San Isidro pretenden que el cobro a los automotores que transitan esa vía lo paguen a partir del cruce con la ruta 202, una zona que se encuentra fuera de sus jurisdicciones. Este objetivo está resumido en el slogan No al peaje prepotente, sí al peaje inteligente. El intendente Posse, que ya fuera destacado funcionario digitado de la dictadura militar, pone el acento en el argumento de que no es necesario ampliar aún más los cinco carriles que van desde la General Paz hasta la 202, pero con esto está defendiendo en realidad los intereses inmobiliarios de la zona residencial de su muncipio. El planteo es francamente reaccionario, porque carga el peso de las expropiaciones para la ampliación de la Panamericana en las barriadas populares que se encuentran entre las rutas 202 y 197. Más allá de esto admite el negociado del peaje, que sirve para agravar la carestía que sufre la población trabajadora. Vista la crisis en que se encuentra la licitación del peaje en la Panamericana, donde las acusaciones de corruptelas superan holgadamente a las de otras entregadas similares (visto el enorme tráfico que recorre esta vía de acceso), el planteo de Posse y compañía deberá servir para darle a Cavallo una oportunidad de rescatar este proyecto, precisamente a partir de la 202. El planteo de los dirigentes delata la orientación agudamente entreguista de la UCR, que defiende las “privatizaciones” a rajatablas, sólo que en una variante diferente a la del menemismo, con más “solidez jurídica” y, por sobre todo, con las comisiones hacia sus bolsillos.


La lucha contra el peaje en la Panamericana sólo puede ser entendida como tal si enérgicamente las posiciones de la Unión Cívica Radical.