Políticas

23/9/2010|1147

Presupuesto 2011: Al servicio de los banqueros y Techint

El presupuesto 2011 presentado por el kirchnerismo vuelve a ser esencialmente un “dibujo”. “Estima” una inflación del 9%, cuando no resultará inferior al 20 ó 25%, y un crecimiento del PBI del 4%, cuando se sabe que será del 8% porque el arrastre estadístico de 2010 es ya de un 5%. De ese modo, la recaudación de impuestos será muy superior a la que prevé el Presupuesto, lo que deja al gobierno con una caja sin asignación de gasto, a la que puede usar como le plazca.

El presupuesto prevé un aumento de los salarios estatales -asociados a las prestaciones de educación o salud- de sólo el 14%, lo cual denuncia que seguirá una política de austeridad contra los trabajadores.

El nuevo presupuesto asegura un dólar planchado en los cuatro pesos; por lo tanto, habrá un aumento de los impuestos y de la recaudación medida en dólares. Los contribuyentes sufren así una carga adicional para el pago de la deuda externa. El presupuesto contempla el pago de la deuda al Club de París, que fuera estatizada bajo la dictadura militar.

El proyecto incorpora a los ingresos las ganancias del Banco Central, aunque éstas son sólo contables, no efectivas, lo cual implica emisión monetaria. También incorpora una parte de las reservas para pagar vencimientos de la deuda.

Del mismo modo, el presupuesto prevé transferir al Tesoro las utilidades del fondo de la Anses, mediante la emisión de títulos públicos. El Estado mete deuda a los jubilados, que se desvalorizan con la inflación, a una “renta cero”. En contrapartida, el proyecto ignora el 82% móvil del salario mínimo para los jubilados, anticipando el veto presidencial a ese proyecto. Sin las transferencias de la Anses y del Banco Central, el balance entre ingresos y gastos no arrojaría un excedente, sino un déficit superior a los 4.000 millones de dólares.

Obra pública y tarifazos

El presupuesto prevé la formación de un fondo para “obras públicas prioritarias”, las que no son detalladas. También dispone la reducción de subsidios en la distribución de gas, electricidad y transporte de pasajeros, que serán compensados con aumentos de tarifas. Una de las pocas obras mencionadas en el proyecto, el gasoducto del nordeste, se financiará con un cargo a pagar por los usuarios. Con esos recursos, se formará un fondo específico (fideicomiso), o sea una caja especial. La construcción de ese gasoducto es la prenda de reconciliación con el pulpo Techint, el cual se encuentra asociado también a todos los proyectos mineros. Es una ofrenda lo suficientemente generosa como para soslayar la obligación de hacerse cargo de las contribuciones sociales que evaden sus contratistas en Siderar.

Mientras las reservas van al pago de la deuda, la obra pública será bancada con tarifazos.

Decretazo

Si el proyecto de presupuesto no logra la aprobación del Congreso, los Kirchner se preparan para gobernar en 2011 con la prórroga del presupuesto de este año, el cual tiene todos los vicios del que se acaba de presentar. El gobierno no ha cumplido con la obligación de presentar el balance del presupuesto ejecutado en 2010 precisamente para que no quede en evidencia la apropiación indebida de recursos.