Políticas

1/10/2009|1102

Profundizar hasta ganar

Que el Fesimubo largue el paro provincial

La huelga de los municipales de Coronel Suárez supera el mes y medio, y sigue firme. El salario miserable (770 de básico para la categoría más baja), los manoseos del intendente, sus patoteadas, la experiencia de las luchas anteriores y el funcionamiento en asambleas han galvanizado a los trabajadores, que reclaman un 30 por ciento de aumento.

El intendente, el ultrakirchnerista Ricardo Moccero, había vuelto con todas las ínfulas de sus vacaciones en las Bahamas y reiteró amenazas, mentiras y ataques por los medios. Dijo, por ejemplo, que si los trabajadores “fueran privados, ya estarían echados”.

Como las amenazas no le dieron resultado, ofreció un 16 por ciento de aumento a partir de octubre, pero quitándole a los que ganan más de 1.800 pesos una suma fija de 120 (el incremento para esos trabajadores sería así casi nulo).

Moccero rechazó las contraofertas sindicales y amenazó con descontar los días y con poner urnas para que “la gente vote, porque muchos quieren trabajar”. Lo único que logró fue calentar la huelga. Ya anunció que no descontará los días y no se animó con las urnas. Lo que tonificó la lucha fue la realización de asambleas en el corralón, en el hospital, en el hogar de ancianos y, especialmente, en el patio del palacio municipal, en las “barbas” de Moccero que estaba en reunión de gabinete.

La Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (Fesimubo) tiene ahora que convocar un paro provincial para darle continuidad a la lucha. Suárez lo necesita y todos los municipales necesitan el triunfo de Suárez. Se debe recordar que la sola amenaza de un paro provincial de recolectores hizo aparecer el dinero (ATN) para resolver un conflicto en Azul. Entramos en la fase decisiva.