La Comisión de Trabajo de Diputados aprobó por abrumadora mayoría un proyecto de prohibición de despidos desde el 1° de marzo hasta el 31 de diciembre de 2017. El proyecto establece un mecanismo sumarísimo para la reincorporación y prorroga los contratos por tiempo parcial por el mismo lapso. No obstante, permite la “opción” indemnizatoria, lo que puede ser usado por las patronales para despidos encubiertos como retiros voluntarios, tampoco prevee los cierres de empresas ni contempla las suspensiones y mucho menos el trabajo en negro. Todos esos puntos están incluidos en el dictamen en minoría que presentó el Partido Obrero. En él se establece la expropiación y puesta bajo gestión de los trabajadores de toda empresa que cierre, el reparto de horas sin afectar el salario, se neutralizan los recursos de crisis con comisiones de control obrero y apertura de libros y se establece un mecanismo de blanqueo para los trabajadores en negro, dotándolos también de protección ante el despido.

El dictamen de consenso es igualmente un pronunciamiento político en favor de las organizaciones obreras que reclamaron una ley urgente. Pero atravesará dos maniobras antes de ser ley y quedar en línea del veto del Macri, destino final de una ley de este tipo. La primera maniobra es que el Senado está tratando en paralelo un proyecto por sólo seis meses y de doble indemnización, posición que adelantó Pichetto del PJ-FPV, en oportunidad de la visita de las centrales obreras. La segunda maniobra estará en la propia Cámara de Diputados, donde debe pasar por la Comisión de Prespuesto de mayoría oficial y llegar al recinto. El FR de Massa, Stolbizer y Facundo Moyano, no quieren sesión especial ni choque alguno con el gobierno. Pretenden consensuar con él, lo que llevará a una vía muerta.

Cambiemos atacó la prohibición. Claro, a esa misma hora YPF anunciaba 2500 nuevos despidos, noticias que llegan todos los días y han acumulado no menos de 150 mil despidos en cuatro meses. La maniobra de Cambiemos es dilatar convocando “actores”, cuando las cinco centrales ya expusieron en las dos Cámaras reclamando la ley. Por otro lado, pretenden que cualquier proyecto de incremento indemnizatorio (sólo eso) llegue cuando se supere el 10% de desocupación, algo que no sabemos porque no hay índice.

Así las cosas, el trámite parlamentario es más que dudoso y de prosperar, va derecho al veto de Macri. La “democracia” de los “inversores” requiere de la continuidad del ajuste para el repago de la enorme deuda que se toma y para ello manos libres para seguir despidiendo.

Lucharemos por una sesión especial impuesta por la oposición. No por expectativas parlamentarias, como hemos explicado, sino como factor de refuerzo en la deliberación del movimiento obrero donde crece la lucha contra el despido y el ajuste, por un inmediato paro nacional, consigna que levantaremos ante la marcha del 29 y en la Plaza de Mayo obrera y socialista del 1° de Mayo.