Políticas

25/8/1994|426

PTS: apoyo vergonzante al atentado a la Amia, con delación incluida

Cuando se produjo el ataque terrorista contra la AMIA,  el Pts repudió “este brutal atentado” (textual) pero, pasado el “impacto”, ha decidido, por un lado, apoyarlo, y por el otro, acusar a las guerrillas libanesas de ser sus autores. La razón de este giro se encuentra en la necesidad de acomodarse a la tendencia antisemita de las restantes corrientes morenistas y a la inconsistencia política natural de los dirigentes del Pts. Dice ahora el Pts:  “Los criticamos (a las guerrillas libanesas) pues el atentado a la Amia, contra trabajadores judíos y no judíos, debilita y no fortalece la lucha del pueblo palestino y desde ese ángulo, y sólo desde ese ángulo sostenemos que es reaccionario” (Rebelión, 17/8).


En síntesis, el atentado a la AMIA forma parte de la lucha del pueblo palestino, aunque “lamentablemente”, la debilita. El Pts no concuerda con la acción pero sí con los intereses que defienden los autores de la acción. Se juzga, de este modo, más autorizado que éstos para determinar lo que les conviene. Pero como la responsabilidad que le adjudica “honrosamente” a los libaneses, éstos públicamente la han rechazado, el Pts oficia de alcahuete. Al mismo tiempo, denunciar como “reaccionaria” una medida de lucha (aunque “la debilite”) sólo se le puede ocurrir a alguien que está, él, “debilitado”, pero de la cabeza. En todo esto, lo único lamentable es el tiempo que tenemos que perder polemizando con estos pichones de pequeñoburgueses charlatanes.


Al Pts se le ha pasado desapercibido que el atentado es un ataque contra los trabajadores argentinos y constituye por lo tanto un atentado contra la unidad internacional de la clase obrera, que tiene características antisemitas, no antisionistas. Todas estas consideraciones no figuran en la mente del Pts para quien los autores del atentado formarían parte “de la lucha del pueblo palestino”, que no se define en qué consiste, algo que el Pts parece guardar bajo siete llaves.  Estos “maestros ciruelas” de tácticas y estrategias no pueden decir quién en este atentado es el opresor y quién el oprimido; qué lucha representan cada uno de estos protagonistas anónimos y por qué un atentado ejecutado contra los trabajadores de un  país oprimido como Argentina sería un acto que solamente no habría “ayudado” . Con la asesoria del PTS, (¿y mejor puntería?), las guerrillas libanesas, imputadas por el Pts, podrían superarse.


 


Apoyo a los “acuerdos de paz” imperialistas


Para justificar todo este tamaño despropósito, el Pts dice que habiendo Estados imperialistas  y Estados coloniales y semicoloniales, “los revolucionarios tenemos una posición categórica en tanto (éstos) se enfrenten a la opresión imperialista, nos ubicamos incondicionalmente en su trinchera aunque sin apoyar ni depositar ninguna confianza en sus direcciones burguesas”. Pero si están del lado de los autores del atentado, deberían defenderlos contra quienes los critican. Los dirigentes del Pts, sin embargo, no tienen bocho para tanto, ni mucho menos, un mínimo de consecuencia política con lo que ellos mismos plantean como premisa.


“Los revolucionarios… los criticamos (a las guerrillas libanesas) pues el atentado…”, dice el Pts.  Pero las guerrillas libanesas han desmentido ser las autoras del atentado, una acusación que sólo han lanzado Menem y la CIA … y el Pts, el Mst, el Mas y el Prs. En síntesis, el PTS ha hecho un frente único con Menem y la CIA en la provocación contra la guerrilla libanesa, contra los movimientos pequeñoburgueses nacionalistas y contra los movimientos nacionalistas para-estatales del Medio Oriente.


Pero veamos mejor esta distinción entre países opresores y países oprimidos. Israel es opresor y los palestinos oprimidos; bien. Pero igualmente cierto es que Siria es el opresor del Líbano y que Irak e Irán oprimen a los kurdos. Israel, por su lado, no oprime a Irán y con Siria  comparten el condominio de El Líbano.  Esto, por un lado.  Por el otro, la pequeña burguesía  palestina acaba de llegar a un “acuerdo de paz”, lo mismo que Jordania y próximamente Siria, que asocia a todos éstos con el sionismo en un régimen de opresión de los pueblos palestinos y propios.  En estas circunstancias concretas, concretas, concretísimas, “acordarse” que la IIIª Internacional distinguía entre naciones opresoras y naciones oprimidas, no es más que un taparrabos que sirve para esconder la política concreta que llevan esas burguesias nacionales, de acuerdos con el imperialismo y el sionismo.


Pero el Pts no sólo se olvida que estas burguesías árabes son también opresoras, de los libaneses, de los kurdos,etc., sino que el opresor, Israel, es una semicolonia del imperialismo. La IIIª Internacional prestaba especial cuidado a esta distinción, algo que escapa  al horizonte visual, mental e intelectual del Pts. En las actuales circunstancias, la condición semi-colonial y vasalla del Estado sionista, tiene una importancia especial, como se verá.


El Pts dice que el PO coloca a todos en la misma bolsa, pero la “bolsa”  del PO son concretamente los “acuerdos de paz”  y dentro de la “bolsa” , el PO reconoce y distingue la música propia de cada uno.  “Altamira inventa de esta forma un ‘frente contrarrevolucionario mundial’ contra las masas, calcando las caracterizaciones de Moreno que él mismo combatió durante años” (ídem). Bravo, hermoso, por fin conseguimos que una corriente morenista se alinee con nuestro programa ¡contra el morenismo!  Nuestro desconsuelo es comprobar que lo hace así sólo porque no nos entendieron .  Es que el hecho de que no exista, ni pueda existir, un “frente contrarrevolucionario mundial” siempre y en todas las circunstancias, no significa que en determinadas condiciones y circunstancias ello no pueda y no deba darse; y tampoco significa que el hecho de que los imperialistas tengan contradicciones insalvables para hacer un frente estratégico quiera decir  que no pueden unirse en un plano táctico.  El Pts hace suya así la tesis menchevique-stalinista que deducía del yugo imperialista  la progresividad de las burguesías nacionales en todas y cualesquiera circunstancias.


En toda la larga página de su artículo, en ningún momento el Pts  caracteriza los “acuerdos de paz”  y el lugar que ocupan las distintas burguesías árabes en ese pacto con el imperialismo y el sionismo. Intentar caracterizar lo que ocurre en el Medio Oriente y pretender establecer una orientación política, e incluso presumir de profesores “revolucionarios” de los movimientos nacionalistas  árabes, todo esto sin decir una palabra sobre los “acuerdos de paz” , es una insensatez. Es ignorar al imperialismo y su política; es ignorar que el imperialismo impuso al sionismo esta política por medio de un feroz boicot de los créditos para los “asentamientos” de colonos en los territorios ocupados; es ignorar el eje de la situación, es ignorar demasiado como para no ser tildado de ignorante.  Los dirigentes del Pts deberían dedicarse a otra cosa, con perdón de los que habitualmente se dedican a otras cosas, sean las que fueren.


En estas circunstancias, el Pts dice que el islamismo “es la expresión distorsionada, laberíntica al decir de Trotsky, del proceso de la lucha de clases en Medio Oriente y en todo el mundo musulmán”. Y agregan : “Reducir este profundo proceso de la lucha de clases a la caracterización de ‘burguesías reaccionarias  que se aprestan a firmar  el acuerdo de paz’  es falsear la verdad  y una capitulación feroz al sionismo  y a la opinión pública occidental respecto al “terrorismo islámico”. (Rebelión, 17/8/94).


Pero la lucha de clases, de la cual el islamismo es su expresión “laberíntica” se refiere tanto a la lucha de clases de las masas contra sus opresores como la de éstos contra aquéllas.  El islamismo es también el instrumento que liquidó, por ejemplo, la revolución proletaria en Irán, en 1979, o que masacra a los kurdos y asesina a mujeres.  El Pts, como el príncipe Carlos de Inglaterra, se ha convertido  al islamismo, lo cual incluye la firma islámica de  los “acuerdos de paz” , el punto de unión principal que hoy une a  algunos gobiernos islámicos con el sionismo.