Maltería Pampa SA. fue multada por la suma total de 320 millones de pesos por maniobras de subfacturación de exportaciones por la venta ilegal de malta de cebada cervecera. Esta empresa pertenece al grupo Ambev, multinacional brasileña que nació de la fusión entre las compañías Antarctica y Brahma y  es subsidaria de la belga Anheuser-Busch InBev.  La planta industrial está ubicada en la localidad de Puan, cabecera del distrito homónimo, al sudoeste de la provincia de Buenos Aires.

La Aduana informó una diferencia de hasta el 26% entre los valores declarados en la Argentina y los montos registrados en Brasil (Infocampo, 3/5/23). La cebada con destino a Brasil salió por el Puerto de Bahía Blanca.

La maniobra evasiva, que data de 2015 y 2016, se efectuó por triangulación a través de un intermediario radicado en Uruguay que pertenecía al mismo grupo económico.

Esta operación espúrea, utilizada por la empresa desde hace años con el objetivo de fugar capitales y que tiene como consecuencia el vaciamiento de las reservas del Banco Central, forma parte de una metodología habitual en las operaciones de exportación de todo tipo. Como lo informa la Dirección Nacional de Aduanas, en lo que va del 2023 “se han detectado 3.376 casos de subfacturación de exportaciones” (Aduana News, 11/4).

La subfacturación de exportaciones, a la que hay que sumar la sobrefacturación de importaciones, ha sido un factor importante para que el Banco Central se haya quedado sin reservas netas, después de dos años de superávit de la balanza comercial. Todo esto es un factor que empuja a la devaluación que tiene consecuencias directas en los altos niveles de inflación.

Para terminar con esta sangría es urgente nacionalizar los puertos y el comercio exterior, tarea que solo podrá llevar adelante un gobierno de trabajadores y la izquierda.