El 15 jornada “trucha”
Que a Ubaldini lo socorra Aristóteles
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La CGT de Ubaldini se propone realizar una “jornada de movilización”, el 15 de noviembre próximo, que no tiene ningún propósito de lucha contra el gobierno anti-obrero de Menem, pero que sí tiene todas las características de una maniobra de distracción y de desgaste contra los trabajadores.
La “jornada de movilización” de Ubaldini no está presidida por una consigna ni por un programa, es decir, que carece de finalidad y de objetivos. La burocracia de la CGT de Azopardo hace dos años que no hace absolutamente nada, a pesar de que en ese período de tiempo hubieron tres hiperinflaciones, se puso en remate el patrimonio nacional en beneficio de los usureros de afuera y de los “capitanes de la industria” de adentro, se redujo en otro cincuenta por ciento el salario, la desocupación llegó a los dos millones de personas, se cercenó el derecho de huelga, se han intervenido sindicatos, se indultó a los asesinos de los trabajadores, se entregó la soberanía nacional en Malvinas, se secuestraron los depósitos de los pequeños ahorristas (mientras se premió a los dueños de títulos de la deuda interna y externa), se mandaron tropas a la carnicería imperialista del Golfo, se ha pauperizado a las provincias y se ha destruido la salud y la educación, mientras los impuestos al consumo y las tarifas de servicios se han ido por las nubes, para enriquecer a los capitalistas que evaden los impuestos y los aportes jubilatorios.
Esta CGT “combativa” no ha hecho nada ante la división del movimiento obrero organizado fabricada desde el gobierno y el Estado, por los Menem, Barrionuevo y Triaca. A los Ubaldini y los Miguel, esta división les ha venido como anillo al dedo, porque ha servido para justificar su propia inacción.
En la burocracia de la CGT de Ubaldini ha actuado hasta hace poco Diego Ibáñez, que ha tolerado la entrega del petróleo en un momento de alza descomunal del precio de los combustibles.
En la burocracia de la CGT de Ubaldini actúa Lorenzo Miguel, quien se acaba de autoproclamar más “oficialista” que Andreoni (Somos, 31/10/90), entregador de la lucha de los metalúrgicos de mediados de año y que acaba de firmar un convenio que ratifica la rebaja de los salarios provocada por la hiperinflación de principios de año.
En la burocracia de la CGT de Ubaldini están los burócratas de Foetra que traicionaron la reciente huelga del gremio, favoreciendo con ello el vergonzoso remate de ENTel.
En esta CGT también está la gran “cagadora” de los maestros, la Mary Sánchez, que ha destruido prácticamente a la CTERA y sumido a los docentes en un callejón sin salida y la desesperación.
Con estos “grandes” inútiles y reventados el movimiento obrero no tiene ningún camino a recorrer en común. Estos chupa-sillones y traga-monedas de los fondos sindicales sólo están preocupados por las coimas que les pueda tirar Barrionuevo, el Al Capone de las Obras Sociales, y no por la explotación de la clase obrera.
Esta es la gente que votó Sí en el plebiscito bonaerense que fue repudiado por el 70% del pueblo.
Si Ubaldini quiere sobrevivir, que vaya a laburar — los trabajadores no podemos perder ni un minuto de nuestro tiempo, ni un gramo de nuestras energías, en el sostenimiento de vividores sindicales y cadáveres políticos.
Vaciamiento de los sindicatos
Los Ubaldini y compañía han vaciado a la CGT y han usado a los sindicatos para estrangular la lucha de los trabajadores.
El movimiento obrero argentino no pasa por las CGTs. Ocupa su lugar de lucha en las Asambleas Populares de las provincias, en los delegados autoconvocados de las fábricas de Berisso y Ensenada, en la movilización política del último 1° de mayo, en las Asambleas de Foetra contra la burocracia, en las huelgas docentes contra Mary Sánchez, en las huelgas de los choferes contra la burocracia de UTA, en la movilización de los trabajadores estatales y de la salud a lo largo y ancho del país, mientras los dirigentes como De Gennaro no hace nada ni piensan hacerlo en el futuro.
Los trabajadores no tienen esperanzas, ni expectativas en el “Tata” y sus compinches, ni siquiera ilusiones. El “Tata” quiere ser gobernador, o al menos candidato, pero ni por asomo quiere ver una fulminante victoria popular que acabe con este gobierno entreguista.
Ha hecho carrera sobre las espaldas de los trabajadores, y pretende todavía seguir con este sucio oficio. Pero los obreros no podemos bancar a las sanguijuelas que pretenden medra, en nuestro nombre.
La ausencia total del movimiento obrero en la CGT Azopardo quedó patente en el último “congreso” de esta, que sólo duró una tarde y que sirvió exclusivamente para que un centenar de burócratas sin mandato eligiera a su comité director.
La transformación de la CGT en un aparato sin obreros caracteriza al acto del 15 como una acción exclusivamente burocrática. Las corrientes políticas que apoyan a este engendro, en nombre de la “movilización”, sólo revelan con esta posición su condición de furgones de cola de los burócratas servidores del Estado Capitalista.
Que a Ubaldini lo salve Aristóteles
Según una información periodística, Saúl Ubaldini habría utilizado el largo tiempo ocioso que le dejó su traición al movimiento obrero, para recibir clases sobre los filósofos griegos. La noticia agregaba que el hombre se estaba preparando para ser gobernador. Poco tiempo después, Ubaldini confirmaba la versión al decirle a Clarín que él era partidario de la “mesocracía” pregonada por Aristóteles, es decir, del gobierno de la clase media.
Lo que nadie le enseñó a Ubaldini es que los gobiernos de la clase media no existen ni pueden existir, debido a que esta clase es incapaz de mantener una posición independiente de la clase capitalista. Por eso los Frondizi, los Cámpora, los Videla, los Alfonsín y los Menem han sido gobiernos de los grandes explotadores, aunque su personal político dirigente sea pequeño burgués. Que un dirigente sindical prefiera el gobierno de la clase media es todo un dato. Nosotros luchamos por un gobierno dirigido por la clase obrera, que se apoye en la mayoría de los explotados.
Si Ubaldini prefiere a Aristóteles, que lo socorran los griegos, no los trabajadores argentinos, cuya misión en este mundo no debe ser la de promover la carrera política de sus explotadores sindicales, sino la de formar un partido propio que imponga un gobierno de trabajadores.
Asamblea Popular
Llamamos a los trabajadores que dan la espalda al carrerismo político de la burocracia sindical a luchar por la formación de Asambleas Populares y Coordinadoras de trabajadores en todos los lugares del país, para impulsar todos juntos la huelga general contra el gobierno hambreador. Llamamos a los trabajadores a la lucha por una dirección revolucionaria, que permita rescatar a los sindicatos para una acción independiente contra la negra pendiente de la miseria que impulsan el capitalismo, su Estado y sus políticos.