Políticas

21/8/1990|311

Soldados y oficiales argentinos, no

Que al Golfo Pérsico vayan los Alchourron y los Handley

A Argentina tenía que tocarle un presidente de ascendencia árabe y conexiones musulmanas para colocarla ante la posibilidad de secundar el asalto imperialista en el golfo Pérsico. El canciller Cavallo ha dicho con toda claridad que la Armada participaría de un bloqueo contra Irak si así lo reclamaran las Naciones Unidas, algo que es perfectamente posible. El comandante en jefe de la Marina dijo, a su vez, que el arma tiene todo dispuesto para apoyar a los que inter-vinieron contra nuestros soldados en Malvinas hace sólo ocho años. La lógica de esta posición es que cualquier cosa es buena para mejorar la “credibilidad” del país frente a los acreedores y capitalistas internacionales. No sólo tenemos la obligación de pagar con miseria del pueblo a los usureros, también deberemos hacerlo con la vida de nuestros jóvenes.

La sola circunstancia de que el envío de tropas argentinas figure en las intenciones del gobierno que proyecta la ley de pena de muerte, es motivo harto suficiente para ganar la calle contra estos designios. Que los Alchourrón y los Richard Handley vayan a morir por la causa de sus socios, no los trabajadores y jóvenes de Argentina. El régimen que no se cansa de proclamar “la defensa de la vida desde la concepción", tampoco cesa un instante en levantar como estandarte la bandera negra con la calavera en el centro. Es necesaria una lucha de conjunto frente a esta amenaza, porque cada día que pasa es más evidente que el pago de la deuda externa, las privatizaciones, los bajos salarios, la desocupación, la muerte de bebés, la destrucción de la educación y el envío de tropas a la carnicería imperialista, forman un solo bloque, un solo tejido, que exige ser superado de cuajo para encontrar la salida a cada uno de los problemas que nos agobian.