El pacto con el FMI, que reclama la totalidad de los partidos del régimen, tiene implicancias directas e indirectas sobre las condiciones de vida de las y los trabajadores de nuestro país.

En el gráfico se detalla hacia dónde se perfila el plan plurianual que prepara el gobierno, en una clara muestra de sometimiento a los lineamientos del Fondo. La aplicación de este programa es un ataque a la clase obrera argentina bajo distintas formas: una nueva reforma jubilatoria, el recorte de los planes sociales y la reforma laboral, que cuenta con el apoyo de la burocracia sindical y busca avanzar sobre conquistas históricas.

Una nueva devaluación del peso y el tarifazo sobre los servicios públicos, lejos de solucionar la crisis que vivimos, la va a agravar, generando una escalada de precios que erosionará todavía más nuestro poder adquisitivo. El rechazo a esta política no debe confundirse con la defensa de los subsidios que se pagan con los impuestos al consumo y favorecen a la clase capitalista. Planteamos, en su lugar, la apertura de los libros de las empresas privatizadas, que obtuvieron enormes ganancias con todos los gobiernos.

La prioridad del gobierno está, claramente, en juntar los dólares para el pago de la deuda a los organismos y acreedores internacionales a costa del hambre de millones de argentinos y la condena de nuestro país al subdesarrollo.

Es que la deuda externa no es otra cosa que un mecanismo de dominación de las grandes potencias a los países atrasados. Las consecuencias de este nuevo acuerdo trascienden las cuestiones que aquí se plantean y condena a la Argentina a la auditoría e injerencia de las potencias capitalistas en toda la política económica del país.

El Partido Obrero y el FIT-U rechazamos el pago a esta deuda usuraria, ilegítima e ilegal. Le oponemos un programa en defensa de las y los trabajadores, empezando por la recomposición de nuestros ingresos, la defensa del 82% móvil, la formación de un seguro de desempleo y la recuperación de los sindicatos como una herramienta fundamental de nuestra clase.

No al pacto y ruptura con el FMI.