Políticas

24/6/1999|632

“Que la crisis la pague el pueblo”, es el planteo de Duhalde y la Alianza

La oposición duhaldo-aliancista inició el juicio político al gobernador Braillard Poccard y dio media sanción al de su mentor y jefe político, el intendente de la capital y jefe del Partido Nuevo, ‘Tato’ Romero Feris. Si el nuevo mandatario, el actual vicegobernador Víctor Maidana, no elige un gabinete de ‘coalición’ —o, al menos, ‘consensuado’— enfrenta él también la perspectiva del juicio político. Se cree que Maidana, simplemente, renunciaría antes de tomar su cargo. En este caso, el gobierno recaería en el vicepresidente de la Cámara alta provincial, el menemista Jorge Abib, o sea otro oficialista. Abib se ha negado a renunciar a favor del duhaldista Hugo Perie, según lo establecía un acuerdo previo. La razón de esta negativa es que “el menemismo le ordenó a Abib que protegiera al intendente (Romero Feris)” (La Nación, 20/6). En resumen, la crisis política correntina está muy lejos de haberse cerrado.


Todo esto ocurre bajo el peso de una deuda pública de 1.400 millones, equivalente a cuatro años de recaudación impositiva de la provincia y la completa quiebra de su economía.


La crisis correntina es una expresión de la crisis nacional. “No existe solución para Corrientes —dice La Nación (20/6)— (porque) el poder se esfumó de Balcarce 50 (la Casa Rosada)”. “El gobierno nacional —continúa— no puede asistir a Corrientes por dos razones: no está dispuesto a expandir el gasto público y, ya sin poder, no intervendrá políticamente para encargarse de un nuevo conflicto ingobernable” (ídem). Sin plata y sin poder, el menemismo deberá resignarse a ver “que tumben a los que tengan que caer” (ídem). Cayó Braillard Poccard, fracasó el menemista Bussi y también en estos días cayó el intendente menemista de La Matanza.


Romero Feris en Corrientes y Bussi en Tucumán se desmoronan bajo el peso de la deuda pública y la quiebra económica. Pero se trata de una losa que afecta, por sobre todo, al gobierno menemista en su conjunto.


Ahora será la ‘oposición’ —ya sea directamente o entrando al gabinete de Maidana— la que deberá llevar adelante el ‘ajuste’ necesario para pagar la deuda pública correntina. Los ‘opositores’ y el gobierno coinciden en que será necesario un ‘acuerdo político’ para que los bancos pongan los 16 millones para pagar los sueldos atrasados. ¿En qué consiste específicamente ese ‘acuerdo político’? En el programa de ‘austeridad’ que aplicará el próximo gobierno y que contará con el apoyo de oficialistas y opositores de turno: despido de empleados públicos, reducción de la planta docente y de los ‘servicios educativos’, privatización de la obra social provincial.


El programa de la ‘oposición’ duhaldo-aliancista es que la crisis la paguen los trabajadores. Pero los trabajadores no tienen un programa porque la burocracia sindical ha convertido a sus organizaciones en un apéndice de los ‘opositores’.


La ‘salida’ duhaldo-aliancista es más hambre y más miseria; más desocupación y menos salud y educación. Pero ésta es la ‘salida’ que antes ha ensayado el oficialismo y llevó a la provincia a la quiebra.


Frente al programa de los capitalistas, los trabajadores tenemos que levantar nuestro propio programa. El reclamo del pago inmediato de todas las deudas salariales, la defensa de la salud y la educación públicas, la apertura de los libros de la provincia y de los bancos acreedores, el no pago de la deuda a los bancos y la expropiación de los pulpos que se enriquecieron con el vaciamiento de la provincia. Para llevar el movimiento a la victoria, las organizaciones obreras correntinas necesitan otra estrategia: romper con la ‘oposición’ patronal para levantar un programa propio de los trabajadores.