Políticas

22/11/2023|1681

Qué le deparan las “fuerzas del cielo” a los jubilados

Massa preparó el terreno para la motosierra de Milei

En la agenda del Fondo figura elevar la edad de manera obligatoria a 70 años

En diciembre, los jubilados recibirán un reajuste de 20,87%. En los diez primeros meses del año, hasta octubre, la inflación acumuló 120% contra un 74% de aumento, cuya última actualización fue en setiembre. A eso hay que sumarle la inflación de noviembre, donde ya estamos viendo reajustes de hasta el 50% y faltan diez días. Luego seguirá un imprevisible diciembre, tras la asunción de Milei y su posible megadevaluación. En cualquier caso, el aumento para los jubilados en diciembre no llegará al 21%, como ya señalamos.

Recordemos que la fórmula de cálculo impuesta por este gobierno -después de la emergencia de Alberto Fernández que suspendió la movilidad por un año- se compone mitad por Ripte (que es el promedio de aumento salarial en blanco) y mitad por recaudación. Ambos índices respecto de tres meses anteriores y ambos sensiblemente por debajo de la inflación. Pero, además, la perversa fórmula tiene un tope anual dictado por la evolución de la recaudación en el año. Como la recaudación cayó en términos reales, en lugar de un 31% en diciembre, los jubilados tendrán diez puntos menos. El resultado final puede ser catastrófico para el conjunto de los básicos, sin distinción, de los siete millones de jubilados. La pérdida de poder adquisitivo en los cuatro años de gobierno del Frente de Todos será superior, con seguridad, al 19,5% perdido con Macri.

Algún kirchnerista nos recordará los bonos para la mínima. Aún con ellos, el gasto jubilatorio cayó el 4,4% en moneda constante, descontada la inflación, hasta octubre. Pero no solo hay dos millones de jubilados que no recibieron nunca bonos porque aportaron una vida más y están encima de la mínima, el tema central es que ante el nuevo gobierno lo que queda son los básicos de todos los jubilados, con cinco millones que están debajo de la línea de indigencia.

A Milei, a la horrorosa Píparo y a la motosierra de ambos les quedan estos básicos y una ley de movilidad que garantiza ir más a la baja. Esto salvo que los salarios y la recaudación aumentaran por encima de la inflación, algo absolutamente fuera del cálculo de nadie y mucho menos de Milei y Macri, que han anticipado “un semestre durísimo”. Es que una estabilización como la que se añora, del tipo menemista, partiría de un salto devaluatorio e inflacionario asimilable del rodrigazo de 1975 a partir de la liberación de distintos precios reprimidos hasta ahora: el dólar, los combustibles, las tarifas vía eliminación de subsidios, el fin de los precios cuidados, baja de retenciones que impacta en los precios internos, etc.

Anses tiene tres fuentes de financiamiento: los aportes de quienes están en blanco, los ingresos tributarios como IVA y Ganancias y las rentas del Fondo de Garantía y Sustentabilidad. Solo el 60% de las jubilaciones se financian con aportes debido a la brutal rebaja de la contribución patronal de Menem en 1993, algo que no fue revertido por ningún gobierno, tampoco en 20 años del “progresismo” kirchnerista. A eso se le fue agregando el aumento del trabajo en negro que ha escalado al 35%, con los mismos responsables desde los ’90 hasta acá.

Así las cosas, se presenta que el sistema es inviable, claro, sin cuestionar la descomunal transferencia de 30 años en favor de las empresas y de los superexplotadores del trabajo informal. No entramos aquí en otros “detalles” que revientan el concepto de salario diferido de la jubilación, como que para calcular el haber inicial se toman solo los diez últimos años del aportante (normalmente los peores por el despido post 50 años) y con un índice de actualización a la baja, u otros detalles aún más finos como el “tope” de 35 años impuesto por Cristina, aunque la persona haya aportado 45 años, por ejemplo. Las víctimas pueden ir a juicio por algunas de estas cosas, lo cual les lleva lo que les queda de vida habitualmente, especialmente si tuvieron trabajo físico y se atienden por el Pami. Tampoco entramos en el detalle de la caída del salario real de los activos, que lógicamente hunde a los pasivos por todo lo expuesto.

Pero nada de esto les alcanza a los “técnicos” del FMI, a los cuales Milei prometió un ajuste que “ni imaginan”. Ellos vienen por una reforma previsional de fondo con la excusa de la extensión del límite de vida. Pero el motivo es que las jubilaciones y pensiones representan aproximadamente el 44% del gasto presupuestario argentino.

En la agenda del Fondo y de la mayor parte de los economistas capitalistas figura elevar la edad de manera obligatoria a 70 años, eliminar los 55 regímenes especiales por insalubridad o conquistados con aportes adicionales -como docentes universitarios- y algunos regímenes provinciales todavía en pie aunque rebajados y aniquilados por los pagos “no remunerativos” que no figuran a la hora del cálculo del haber.

Pero convengamos que el sistema de los bonos discrecionales para la mínima del gobierno que se va, con su movilidad a la baja, preparó el terreno a las “fuerzas del cielo” que inspiran al facholibertario. Ahí encajan los proyectos de “cajas complementarias” de los que habló Diana Mondino, por ejemplo. El que puede se paga un servicio bancario tipo AFJP. Si es que no vamos directo a reproducir el negociado fabuloso y fracasado como fueron las AFJPs de Menem, Cavallo y todo el peronismo sindical y político que las avaló y participó.

Un tema que vale otro artículo es el uso y abuso del Fondo de Garantía y Sustentabilidad, descapitalizado por Raverta y La Cámpora, por ejemplo, para contener los dólares financieros con los bonos que son patrimonio de las y los jubilados. Aunque es parte integral del latrocinio.

La cuestión de las jubilaciones debería ser agenda inmediata de todo el movimiento obrero y popular, del clasismo en primer lugar, por supuesto. Empezando por luchar por una mínima equivalente a la canasta básica de la tercera edad, que está escalando a 400 lucas por estas horas. Pero todo un programa sobre estas bases -reponer los aportes patronales, terminar con el trabajo en negro, movilidad mensual por inflación y 82% sobre el mejor último haber actualizado por costo de vida- debe estar al tope. Y, fundamental, la defensa de los regímenes especiales. La Coordinadora Sindical Clasista y sus agrupaciones lo ponen en la agenda central, junto al salario y los puestos de trabajo, para poner en pie al movimiento obrero contra Milei.

https://www.prensaobrera.com/politicas/prontuario-de-los-funcionarios-confirmados-por-milei