Políticas

30/9/2022

¿Qué nos dejó y qué se llevó el dólar soja?

Finalizó la medida que le garantizó al agro beneficios extraordinarios.

Los resultados del "dólar soja".

Está llegando a su fin el mes de septiembre y con él culmina el “dólar soja” que tantos beneficios le reportó a los productores y exportadores de la oleaginosa, ya que por cada dólar liquidado recibieron $60 extras.

Luego de haber retenido parte de la cosecha para presionar por una devaluación, atentando contra las reservas del Banco Central y la recaudación tributaria vía retenciones, el capital agrario cumplió con su propósito y obtuvo un tipo de cambio especial a $200. Como vemos, la doble vara del gobierno es total: mientras interviene en las discusión paritaria del Sutna para perjudicar a los trabajadores acusándolos de “extorsionadores”, premia a las patronales del campo que especularon contra el peso.

Según lo informado por la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC),  a partir de la instrumentación del “dólar soja”, el sector liquidó U$S 7.000 millones. Lo cual, con una mejora del precio del 40% significa que embolsaron una diferencia de $420 mil millones. Estas superganancias fueron pagadas por el Banco Central, acudiendo a una fuerte emisión. Como vemos, Massa es riguroso con la meta monetaria del FMI únicamente cuando se trata de ajustar en salarios, jubilaciones y gasto social.

No solo que se emplean recursos millonarios para financiar a los sojeros cuando capas enteras de la población están hundidas en la pobreza, sino que además, la medida repercute de lleno en el precio de los alimentos. Sumado a los efectos inflacionarios que acarrea la emisión mencionada, se encarece la comida del ganado -hecha a base de soja- y del arrendamiento de los campos -atado al valor de la oleaginosa. Un duro golpe al bolsillo popular en momentos donde, según los datos del Indec, cada vez más sectores no logran cubrir con sus ingresos el costo de la canasta alimentaria.

Por otra parte, el endeudamiento también crecerá ya que el Tesoro emitió una letra en dólares para intentar absorber esa mayor cantidad de pesos circulantes producto de financiar el “dólar soja”.

Si bien el oficialismo festeja el impacto positivo que tuvo esta política tanto en las reservas como en la recaudación fiscal, sabe que es “pan para hoy y hambre para mañana”. A lo sumo, el resultado obtenido servirá a los fines de alcanzar las metas fijadas por el FMI para el tercer trimestre del año; pero a partir de octubre, finalizado el “dólar soja”, resurgirá el acopio de granos y los problemas que se derivan de ello. A esta misma extorsión cede con otras ramas exportadoras, como las mineras y las tecnológicas, a las cuales también les flexibiliza el cepo, avanzando así en un desdoblamiento cambiario; mientras tanto, restringe cada vez más el acceso al dólar oficial para la población trabajadora.

Así las cosas, en el país donde crece la indigencia, el gobierno peronista se ocupó de garantizarles a los dueños de la tierra un enorme negociado.