Políticas

23/6/1993|394

Que nos paguen como en Taiwán

Naldo Brunelli, secretario general de la CGT, no se cansa de repetir que la producción argenti­na no tiene posibilidad de “competir” en el mundo porque en países como Taiwán o Corea los salarios están al nivel de un plato diario de arroz.


Lo que el secretario de la CGT está diciendo, entonces, es que para que “el país” (al que confunde con los patro­nes) sea “competitivo”, el salario de los trabajadores argentinos debería ponerse a la par del de los asiáticos. En otras palabras, la “compe­tencia” entre los capitalis­tas debería transformarse en una competen­cia entre los trabajadores… para reducir sus respectivos niveles de vida (o, mejor, para aumentar sus respectivos niveles de superexplotación).


Para Brunelli, los capitalistas argentinos serían las “víctimas” de los salarios que cobran los obreros argentinos. Al final coincide con Cavallo en que “lo que mata” es el “alto costo laboral” argentino. Brunelli pretende llegar al salario menor que ambiciona, me­diante la devaluación del peso. En esto coinci­de con “sus” patrones, la “patria exportadora” de Acindar y Techint.


Pero preguntamos: ¿El secretario general de la CGT sabe de lo que está hablando?


La revista conservadora norteamericana Business Week, publicó el pasado 19 de abril un informe que señala que el salario medio industrial en Taiwán es de 4.42 dólares la hora, en Singapur de 4.38 dólares la hora y en Corea de 4-32 dólares. Esto significa que el sueldo medio en esos países es de 800 a 1.000 dólares. Se trata del sueldo medio. En algunas fábricas o ramas industriales, la hora del trabajador supera los 7 y 8 dólares, o los 1.500 dólares por mes.


¿A cuánto asciende la hora en Argentina? Según la Unión Industrial el salario medio es de 2.70 dólares la hora y el sueldo medio de 500 dólares.


Entonces, ¡¡¡QUE NOS PAGUEN COMO EN TAIWAN!!! y que Naldo Brunelli se deje de joder.


El “costo laboral” argentino es, en reali­dad, uno de los más bajos del mundo, esto si se lo compara no ya con Alemania, Japón o EEUU, donde el salario es de 15 a 25 dólares la hora (y el “costo laboral” de 30 a 50 dólares), sino con los del sudeste asiático. De este modo, los salarios que se pagan en los países que domi­nan el 99% del comercio internacional son, en dólares, varias veces superiores a los de Ar­gentina, con el agravante, para el trabajador argentino, que Argentina está ubicada en­tre las naciones más caras del mundo. Es decir, donde con un mismo salario compra menos bienes.


El “costo laboral” ar­gentino, por otra parte, viene cayendo sistemáticamente, al punto que si ganáramos el sueldo medio de 1975, según la Unión Industrial, el actual debería ser de 1.200 pesos. El salario se redigo a la mitad, la producción aumentó un 30% y sin embargo… los “costos” aumentan, pero no los “labo­rales”,  claro.


El problema no es en­tonces el salario, ni el argenti­no, ni el de Taiwán ni el de Japón. El problema está en el “costo empresario”, es de­cir, en las tarifas dolarizadas de gas, teléfono, electricidad que cobran los “privatizadores”‘, en los honorarios de los directores y consulto­ras; en el festival de bonos que rinden benefi­cios especulativos descomunales a un puñado de parásitos, que paga todo el pueblo argenti­no; en la corrupción menemista y radical. Está en la deuda externa usuraria, que se paga con impuestos al consumo, que reducen otro 30 por ciento el salario.


Hay que aumentar el bajo “costo labo­ral” (que no es un “costo” sino la fuente de beneficio del patrón) y hacer pelotas el costo empresario. Que la CGT se deje de preocupar por los intereses de los explotadores y que Naldo Brunelli vaya a engañar a Lorenzo Miguel.


Abajo la reforma laboral


Aumento de salarios, por  un sueldo equivalente al costo de la canasta familiar, hoy de 1.200 pesos


 


Salario medio industrial por hora (en dólares)


Corea – 4,32


Singapur – 4,38


Taiwan – 4,42


Hong Kong – 3,58


Argentina – 2,70


(Fuente: Business Week, 19/4//93)