En un plenario de delegados/as generales de ATE Capital realizado este lunes 27 se ejemplificó la importancia de un debate esclarecedor.

Nuestro compañero Luciano Domínguez Pose, delegado general de la Junta Interna del Inti, planteó en su intervención la necesidad de profundizar la campaña por la aparición con vida de Facundo Castro, incluyendo los reclamos de “fuera Berni” y “desmantelamiento de la Bonaerense”. La seccional, hasta el momento, se había limitado a un reclamo genérico, sin identificar las responsabilidades políticas.

En el plenario no hubo respuestas a este planteo. De hecho, no hubo votación, como es costumbre de la directiva. Sin embargo, se trata de un tema fundamental: la Policía Bonaerense, cuyo involucramiento en la desaparición de Facundo es evidente, depende políticamente de personas concretas -en este caso, del ministro Sergio Berni y el gobernador Axel Kicillof. Por eso, el reclamo de que se vaya Berni junto al planteo de disolución de la descompuesta Bonaerense son puntos inexorables para que pueda avanzar la lucha por la aparición con vida. No es caprichosa la analogía con el “Fuera Bullrich” que tanto movilizó en ocasión de la desaparición de Santiago Maldonado. Ambos ministros de seguridad expresan en forma concentrada la política criminal y descompuesta del Estado burgués; la propia directiva de ATE Capital fue víctima de una represión “bullrichista” que bancó Berni (había pedido la detención de Daniel Catalano, secretario general, por un corte de calle). Las similitudes con Bullrich son enormes, como ilustra la defensa apasionada que hace Berni de la “justicia por mano propia”. Cuando el ministro de Seguridad bonaerense se pasea armado hasta los dientes “respaldando” a “la fuerza”, no tiene nada que envidiar a los “shows bolsonaristas”.

Los K suelen responder a esto afirmando que “a diferencia de Bullrich, Berni y Kicillof corrieron a la Bonaerense de la investigación”. Esto no solo fue hecho en forma completamente tardía, sino que también ocurrió en el caso Maldonado, cuando los rastrillajes los hacían otras fuerzas. Sin desmantelamiento y con todos los funcionarios sentados en sus mismos puestos, las trabas para vencer la impunidad están en pie. Además, el gobierno de Kicillof, lejos de avanzar contra la Bonaerense, la acaba de reforzar presupuestariamente, promocionando los nuevos patrulleros y otros equipamientos. El propósito es declarado: reforzar la capacidad represiva frente al estallido de una crisis social incontenible. Si la “salida” es esa, tendremos más Facundos.

Es cierto que hay muchos kirchneristas que rechazan a Berni como una lacra ultraderechista. Precisamente por eso, negarse a una campaña que apunte a las responsabilidades políticas de la desaparición de Facundo en nombre de “no hacer el juego a la derecha” es una contradicción en los términos. Por otro lado, el rechazo a esta lucha con fraseología pretendidamente izquierdista (“el tema no es Berni, es todo el sistema”) termina en una cobertura política, con o sin intención. Si por impulso de una lucha popular cae Berni, será un golpe a la política represiva de la burguesía en su línea de flotación. Deberían rendir cuentas por ello sus principales mandantes -en definitiva, Cristina Fernández y el propio gobierno. La directiva de ATE Capital rechaza esto, mostrando los límites insalvables de su “lucha interna” dentro del peronismo, que conduce a un ‘tragasapismo’ interminable. Nuevamente, se borran las diferencias con la Lista Verde (conducción de ATE nacional), que también está completamente integrada al gobierno.

Llamamos a la militancia de ATE (juntas internas, delegados/as, activistas) a pronunciarse e impulsar la lucha por la aparición con vida de Facundo, para que se vaya Berni y se desmantele la maldita Policía Bonaerense.