Políticas

15/8/1995|460

Que se haga el paro

La dirección de la CGT ha convocado a un “cese de tareas” para el 6 de setiembre.


¿Los burócratas empresarios, “amigos del presidente”, se han acordado ahora de defender los intereses de los trabajadores?


Lo que sucede es que el plan Cavallo está en ruinas. La recesión se profundiza con su  secuela de cierres, quiebras y millones de desocupados. Para cumplir a rajatablas con el pago de la deuda,  el gobierno remata ahora las ultimas empresas públicas y lanza un paquete impositivo contra los salarios y de rebaja de los aportes patronales, lo que significa una mayor liquidación de la salud y de las jubilaciones.


Como parte de esa crisis, en las propias filas del gobierno y diversos sectores de los grandes pulpos, como Macri y ahora Techint, están pidiendo que el Estado socorra a los capitalistas con nuevos  subsidios y prebendas.


En Prensa Obrera 454 del pasado 4 de julio dijimos que “la burguesía quiere cambiar de frente y de política, pero teme que cualquier intento de cambios tenga un carácter desestabilizador de cara a la grave situación de las masas”. Las peleas de Cavallo con los capitostes “oficialistas” de la Unión Industrial en la reciente conferencia patronal en Mar del Plata revelan este resquebrajamiento del frente patronal.


Todas estas pugnas se aceleran por el crecimiento de la resistencia obrera. El paro de Córdoba y las ocupaciones y manifestaciones de San Juan, Tierra del Fuego, Entre Ríos, Córdoba, Neuquén….


Sin embargo, la dirección de la CGT se ha cuidado muy bien de definir el “cese” como un paro.  Dice que el “cese” es para facilitar la concurrencia a un acto y no para parar masivamente el país. Y además lo largó con un mes de anticipación con el objetivo, como dijera Eduardo Bauzá, de abrir una negociación con el gobierno.


Ayer, Gerardo Martínez dijo que el “cese” era para “recuperar la cultura del trabajo, la reconstitución del crédito y la revisión de la política arancelaria”. No se olvidó de ningún reclamo patronal.¡ Ni una palabra del salario, de los despidos, de los ritmos de trabajo….!


Pero este “cese” es una derrota de los burócratas que juramentaron no hacerle ningún paro a Menem. Y sobre todo, para los trabajadores,  el paro es más necesario que nunca para hacer frente al descalabro social e imponer nuestras reivindicaciones.


Por eso, la primer tarea es que se haga el paro, con movilizaciones desde los lugares de trabajo. En todos lados, en las fábricas y sindicatos, tenemos que plantear esta elemental consigna y discutir el  programa de lucha.


¿Cultura de trabajo?


Hay 4.000.000 de desocupados y los ocupados trabajan a ritmos infernales, entre 10 y 12 horas diarias, con salarios de miseria.


Por eso, el programa del paro debe plantear que se prohiban los despidos y las suspensiones, un seguro al desocupado igual al salario en actividad, que se reduzca la jornada de trabajo sin afectar los salarios para crear un nuevo turno laboral y la anulación de toda la legislación de “flexibilización laboral”.


¿ Reconstitución del crédito ?


El gobierno y las patronales quieren bajar los sueldos, pagar en bonos y acaban de acordar una nueva rebaja de los aportes patronales, lo que compromete el pago de las miserables jubilaciones y la atención de las obras sociales.


Por eso el programa del paro debe incluir: anulación de las rebajas de los aportes patronales, eliminación de los impuestos al consumo, aumento de emergencia para obreros y jubilados.


Entonces, que se haga el paro. Discutamos cómo nos movilizamos, con qué programa derrotamos al gobierno y a las patronales e imponemos la victoria de nuestras reivindicaciones.