¿Qué tiene que ver Menem con la crisis en la Ucedé?
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Menem acaba de publicar en el diario “La Nación” una solicitada en la que hace el inusitado elogio del gobierno de Frondizi y de su política de entrega petrolera (1958-62). Esta política fue llevada adelante por el entonces ministro de Economía y Trabajo, Alvaro Alsogaray. Fue resistida por los trabajadores, incluso con la huelga indefinida (19/1/1959). Frondizi-Alsogaray aplicaron durante mucho tiempo el Plan Conintes de militarización. Carlos Menem ha insultado la memoria de todos los que lucharon, fueron a la cárcel y murieron en esos años. ¿Por qué lo hace?
¿Es concebible y posible un acuerdo entre Menem y Alsogaray?
Admitirlo, constituye para muchos poco menos que una injuria. Entonces: ¿qué es lo que ha desatado la furibunda crisis en la Ucedé? No han de ser rivalidades personales, pues éstas no son suficientes para explicar la formación de bloques enteros de dirigentes enfrentados entre sí.
Cuando en 1957 y 1958 el frondicismo dividía a la UCR y se lanzaba a una furibunda camparía “antiimperialista” y de reivindicación del peronismo, ¿quién podía imaginar que esta pequeña burguesía de izquierda se aliaría apenas un año y medio más tarde a Alsogaray y le entregaría casi el gabinete completo, al nombrarlo ministro de Economía y de Trabajo? Algunos militantes lúcidos lo vislumbraron y llamaron a votar en blanco en las elecciones de febrero de 1958.
El fenómeno social que llevó a la alianza entre Frondizi y Alsogaray fue la colonización económica norteamericana cuyas puertas fueron abiertas por el contrato de Perón con la California Oil Company y el golpe del 55. El nombramiento del “capitán-ingeniero” constituyó una garantía política formal de estabilidad que el gobierno de Frondizi entregaba al gran capital norteamericano. Ahora, requerido por la prensa, Alsogaray ha dicho que un acuerdo como el que celebró con Frondizi justificaría holgadamente la cesión de los votos de la Ucedé en el Colegio Electoral.
La conclusión es que cuando se mueven determinadas tendencias sociales, alianzas políticas más supuestamente disparatadas pueden tomarse realidad.
Desde estas páginas advertimos la tendencia al acuerdo entre el PJ de Menem y la Ucedé de Alsogaray en noviembre del año pasado, cuando en un “coloquio empresarial” en Bariloche, Alsogaray coincidió con Menem en toda una serie de puntos programáticos que fueron recogidos a su vez en una declaración firmada por “200 empresarios vinculados con las grandes compañías locales y extranjeras” -según rezaba la información. ¿En qué consistían esas coincidencias? Pues en dos grandes planteos: convertir la deuda externa en capital nacional mediante una completa liberación financiera y “desregular el mercado de trabajo”, es decir, la “flexibilización laboral”.
Es decir que el acuerdo Menem-Alsogaray tiende a materializar la principal exigencia del gran capital, incluido los “capitanes de la Industria”. A medida que la candidatura de Menem fue cobrando consistencia, ha ido alineando en tomo suyo a los voceros de esta política; la mejor prueba son José Rodríguez o Julio Guillán, que de burócratas “renovadores” se han pasado al menemismo.
La posibilidad de que Alsogaray llame a votar por Menem en el Colegio Electoral es sólo una de las variantes de esa alianza. Cuando los aliados correntinos de Alsogaray plantearon que ellos sólo votarían a Angeloz, el jefe de la Ucedé les firmó un acta en el cual les da “libertad de voto” en el Colegio Electoral, es decir que se reservó la otra opción. Ahora Adelina de Viola acaba de declarar que “un acuerdo con el peronismo” es “una imposibilidad ideológica total y absoluta”, no así con la UCR; pero precisamente por este motivo la concejala ha formado un bloque opositor a Alsogaray en la Ucedé.
Toda la conducta de Alsogaray en la “interna” de su partido apunta a preservar la opción de Menem en el Colegio Electoral o más adelante. En el número anterior de “Prensa Obrera” dimos a Alsogaray abandonando la posición menemista en virtud de las informaciones que lo daban formando lista con Adelina de Viola, pero esto Alsogaray lo rectificó de inmediato.
La perspectiva de una alianza entre Menem y Alsogaray está muy vinculada a la posibilidad de una ruptura del partido Justicialista. El cafierismo está procurando un acuerdo en el Colegio Electoral con la UCR y es por esto que en el Congreso Justicialista de Mar del Plata hizo aprobar la iniciativa de una reforma constitucional como lo reclama el alfonsinismo. El cuadro de crisis política que dejaría abierta la tentativa cafiero-alfonsinista de aislar al menemismo, plantea naturalmente la alianza de Menem con Alsogaray, lo cual traerá aparejada una posible división de la Ucedé. Ya el gobierno de Isabel intentó un camino de este tipo cuando, bajo el “rodrigazo”, puso al actual financista de la Ucedé, Ricardo Zinn, como subsecretario de economía de Celestino Rodrigo.
Los que persisten en ignorar estas convulsiones de la política patronal adolecen del mortal prejuicio de creer que los “partidos populares” son asociaciones de principios y no organizaciones de clase del capital, que están bajo la presión de los intereses siempre cambiantes de éste. La alianza entre Menem y Alsogaray está objetivamente planteada como una posibilidad a partir de sus programas, y puede tener lugar en el Colegio Electoral o en una etapa posterior. Esto explica la — para muchos— sorprendente crisis de la Ucedé.
La posibilidad del acuerdo Menem-Alsogaray prueba el carácter espúreo del Colegio Electoral y el carácter proimperialista de la candidatura de Menem, la cual sin embargo ya cuenta con la expectativa de voto de Izquierda Unida.