El precandidato presidencial por el Partido Obrero y el Frente de Izquierda Unidad, Gabriel Solano, participó del programa radial de Romina Manguel, “No dejes para mañana”, emitido por Radio con Vos desde la 47° edición de la Feria del Libro, donde colocó algunas reflexiones sobre la crisis de régimen, el crecimiento electoral de Milei y las tareas de la izquierda para encauzar la bronca popular hacia un gobierno de trabajadores.

El disparador de la entrevista tuvo como punto de partida el reciente encuentro de Solano con Anamá Ferreyra, luego de que este la invitara a discutir las propuestas de la izquierda ante la manifestación pública de Anamá de que votaría por Javier Milei en las próximas elecciones.

Solano comentó que en el intercambio con Anamá el repasó varias de las medidas que impulsa el candidato liberal y que ella, en su mayoría, rechazaba. “Entonces, ¿por qué queres votar a Milei, si no estás a favor de un montón de propuestas? Me dijo, ‘mirá tengo mucha bronca, estoy caliente, estoy enojada’. Le dije, por qué no canalizas tu bronca por izquierda”, manifestó Solano.

También comentó que el debate con Anamá tuvo puntos de cruce respecto a lo que se suele denominar la “industria del juicio”, por los juicios de los trabajadores contra las patronales. Solano intentó mostrarle que el fenómeno es contrario a lo que se muestra y que “hay una industria de no reconocer los derechos laborales, porque hoy el 50% de la fuerza de trabajo en la Argentina se le cercenan derechos, porque están precarizados totalmente, porque está lo que se dice comúnmente en negro”.

La iniciativa de Solano fue celebrada por los periodistas del programa como una medida audaz, a lo que Gabriel acotó que “todos los militantes de izquierda tienen que tratar de ir a hablar con todo el mundo para seguir esta lucha”, en referencia al convencimiento de que Milei no expresa una salida positiva a la crisis actual.

Romina Manguel puso de manifiesto que el esfuerzo de Gabriel se orientaba al aspecto negativo al voto de Milei, pero que ese voto podía virar hacia otra de las candidaturas tradicionales. Solano fue determinante en su respuesta: “Si ella no votaba a Milei nos tiene que votar a nosotros. Porque ella me dijo “yo estoy caliente con todos los gobernaron. Quiero probar algo nuevo”. Entonces, no es que yo la iba a convencer de que no vote a Milei y que vote al Frente de Todos. No lo voy a hacer, y aunque quisiera es una causa perdida. Y pasaba algo parecido con Juntos por el Cambio”.

La izquierda y el kirchnerismo

Solano también se empeñó en trazar los ángulos políticos y las tareas de la izquierda para la etapa, desnudando la responsabilidad del kirchnerismo en el ascenso electoral de Milei. “Milei viene a decir que el Estado no intervenga en nada. Tenemos un gobierno que pareciera hacer lo contrario: te hace un cepo cambiario, pero se siguen fugando los dólares; te hace un control de precios, y los precios se van a las nubes; te hace una Ley de Alquileres, y nadie puede alquilar. Hace una intervención del Estado cuyos intereses sociales no son los de la mayoría, entonces termina siendo una cosa en contra. El fracaso del kirchnerismo allana el camino de Milei”, expresó.

Esto condujo al panel de periodistas a que indagaran sobre los propios límites de la izquierda, señalando que tradicionalmente la izquierda siempre tuvo su fortaleza en algunos sectores estudiantiles y un activismo reducido.

Solano explicó que en la actualidad “el proceso popular más profundo es que en los barrios dónde antes mandaba el peronismo, con un puntero que tiene en la cintura una 9 milímetros, hoy está la izquierda. Y yo te lo puedo asegurar que es el cambio más importante en la Argentina hoy”.

Esto se debe a que la izquierda pudo construirse con una fisonomía propia e independiente, y que parte de esta izquierda viene librando una labor sistemática en las barriadas obreras y populares, lo que se expresa en la extensión nacional y la penetración en los barrios del Polo Obrero, como organizador de las reivindicaciones inmediatas de miles de trabajadores desocupados y precarizados.

Esto es una novedad en el escenario político que Solano balanceó respecto a las tácticas históricas de la izquierda en el país. “La izquierda históricamente se pegó al peronismo, y cometió un grave error. Se pegaba al peronismo con una excusa que tácticamente tenía cierta lógica, aunque políticamente era equivocada: como el pueblo es peronista me tengo que hacer peronista para acercarme al pueblo (…) Nosotros tenemos que subrayar que somos independientes de todos los que han gobernado y esforzarnos en construir una alternativa popular muy grande”.

Gobernar, con nuestro programa

Los periodistas fueron incisivos en colocar a la izquierda como un aspirante al poder de poca “flexibilidad”, lo que abrió el debate sobre los métodos de los trabajadores para prosperar con sus planteos y objetivos.

Solano fue determinante al analizar que aunque se aspire a ganar el voto del kirchnerismo desencantado eso no debe llevar a que el precio a pagar sea que uno se haga kirchnerista. Y que este era un debate que se encontraba presente en el FIT-U y en las distintas candidaturas anunciadas.

Entre las tareas principales Solano puso de relieve que “la izquierda tiene que salir a pelear, organizar al pueblo. No hacer una cosa meramente electoral. La izquierda tiene que saber que para concretar y llegar al gobierno tiene que tener una mayoría en el pueblo. Y yo creo que la clave en la Argentina es superar históricamente al peronismo”.

También se expresó respecto a las alianzas de la izquierda nacionalista en Latinoamérica y el fracaso de esos gobierno señalando que “nosotros queremos gobernar, pero queremos gobernar conquistando una mayoría popular nosotros (…) Una cosa es negociar sobre la base del gobierno que uno va a hacer y otra cosa es asumir el programa de otro. Y acá la izquierda en América Latina cometió el error de que llegó al gobierno con el programa de los partidos tradicionales. Y no le fue bien”.

Gabriel Solano señaló alguno de los planteos del Partido Obrero y el Frente de Izquierda para la actual etapa: el aumento de los salarios y las jubilaciones, afectando las ganancias empresarias; nacionalización del comercio exterior y un intercambio comercial con eje en incorporar tecnología para la industrialización y crecimiento del país; la industrialización del litio; entre algunas medidas elementales.

Para culminar la entrevista Solano fue optimista respecto a la preparación subjetiva de la población trabajadora ante nuestras propuestas, señalando que “nadie vive esto como una crisis de un gobierno, o como la crisis de una gestión ineficaz. Se lo ve como un final de época, porque son muchos fracasos sucesivos (…) Acá fracasó un sistema. A un sistema que fracasa se le opone otro sistema. Por eso Milei, que no tiene un sistema alternativo, hace el esfuerzo para parecer que lo tiene, pero no lo tiene”.

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