Políticas

9/2/2023

¿Quién es Fernando Burlando?

Milei busca candidato a gobernador en la provincia de Buenos Aires.

"Defiendo a cualquiera que pueda pagar los honorarios"

“Defiendo a cualquiera que pueda pagar nuestros honorarios”, declaró años atrás Fernando Burlando en el programa televisivo Podemos Hablar. Burlando metido a “justiciero” y paladín de la perpetua para la patota de rugbiers que asesinó atrozmente a Fernando Báez Sosa, se autodefine como un “técnico” y gusta compararse con el personaje del “Abogado del Diablo’ del film homónimo. En pocas palabras, un mercenario.

Con Milei y con quien pague

Lanzado como candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires por el fantasmal Movimiento de Integración Federal (MIF) -que se referencia en el facho de Javier Milei- el abogado mediático busca blanquear su imagen de mercenario judicial. Burlando ha hecho del juicio por el crimen de Fernando una plataforma de lanzamiento de su candidatura de “mano dura”, manipulando groseramente a la sufrida familia del joven de 19 años asesinado a golpes en Villa Gesell.

Aprovechando la repercusión pública del juicio se presentó en sociedad el “presidente” del MIF quien declaró que sus líderes en la nación y la provincia de Buenos Aires son Milei y Burlando. En campaña, Fernando Burlando cotiza al equipo “de la perpetua” (como tuitea en las redes) con el que pretende irrumpir en la política y en la derecha argentina.

El abogado platense, de amplias llegada a los medios -desde Magnetto a la oficialista C5N– hizo una fortuna explotando sus vínculos con el poder y su fama de “ganador” (inescrupoloso) en los tribunales. Después de que el exfuncionario K fuese enarcelado, Burlando declaró que por 30 millones de dólares lo defendía a Lázaro Baez e hizo gala de haber llevado adelante las negociaciones -que no prosperaron- a la misma cárcel donde este estaba preso. El recaudador Lázaro Baez gozó finalmente de la prisión domiciliaria, en un caso judicial que -por su magnitud- expuso la corrupción de la camarilla kirchnerista y sus testaferros.

No se olviden de Cabezas

Burlando acomoda la “perpetua” al lugar que él mismo ocupe en el litigio y a la plata que reciba por sus servicios, siempre millonaria y acorde a su fama de estrella en el jet set judicial. Como se sabe, fue abogado defensor de cuatro de “Los Horneros” contratados por la seguridad del suicidado Alfredo Yabrán para asesinar brutalmente al fotógrafo José Luis Cabezas (un crimen capitaneado por un oficial de la Bonaerense que tuvo como respuesta manifestaciones masivas pidiendo justicia y contra la impunidad).

El asesinato de Cabezas, urdido por oficiales de la maldita policía, prosperó desde adentro de esta institución podrida y corrupta hasta los tuétanos. Con olfato de protagonismo mediático, Burlando se hizo cargo de la defensa de la banda apelando a una variante de la siniestra doctrina de la “obediencia debida” para presentar a sus defendidos, asesinos contratados, como “victimas” de Gustavo Prellezo, el comisario cerebro de la banda. Interesadamente, Fernando Burlando, hombre de gustos y autos caros, negó que Los Horneros hubiesen respondido a una “planificación colectiva para matar” a pesar de la inteligencia previa hecha por la banda, la saña del asesinato y la quema del cadáver de Cabezas.

Burlando reivindicó como un mérito de su defensa jurídica de Los Horneros que Casación reviera y rebajara la pena original de perpetua por una sentencia menor para los cuatro acusados. ¿En que quedamos Burlando? La perpetua para los rugbiers tiene para Fernando Burlando un sentido de oportunismo político y es congruente con el reforzamiento represivo y carcelario que agita la derecha. Las pantallas de Crónica trinaron indignadas porque los condenados a perpetua puedan ser trasladados al “pabellon iglesia” de los evangelistas, supuestamente con aire acondicionado. Por oposición dan cuenta por contraste con el infierno que son las cárceles argentinas donde la condición para acceder a ciertas “ventajas” radica en los servicios e ilícitos que puedan cometer los presos en favor de la policía.

En su rol de candidato liberfacho, el mediático tendrá que bajar a la arena para defender el fascista movimiento antipiquetero de Milei que Espert tradujo al “cárcel o bala”. Para matizar la doble vara, Burlando dijo que era “muy joven” cuando intervino en el caso de Cabezas, y que su regreso a los tribunales de Dolores por el asesinato de Fernando Báez Sosa le recordó las caras desencajadas de los padres de José Luis. Cínico. El “político” en campaña cubre todos los flancos mientras critica demagógicamente a la “justicia débil’ para presentarse como un hacedor de la verdadera justicia de mano dura, punitivista y medieval.

Otro tanto ocurrirá con el negacionismo de los 30.000 desaparecidos que es politica común a todos los liberfachos y a la derecha para lavarse la cara a los genocidas y la dictadura. El Burlando actor, que habla de violencia frente a las cámaras de televisión, es el mismo que se cadidatea por Milei y su caza de brujas y provocaciones contra la izquierda.

Con los barras y las patotas

En su carrera como abogado cotizado -es vox populi que las tarifas de Burlando arrancan como mínimo con un departamento como prenda para que tome una defensa- el ahora candidato derechista se especializó en la defensa de barrabravas y violentos que son parte de la mafia que opera en las canchas. Entre sus defendidos en condiciones de pagar los honorarios premium están barras acusados de asesinar a competidores por el manejo de los negocios millonarios, que van desde el apriete extorsivo y mafioso a los jugadores a la venta irregular de entradas entregadas por la dirigencia del fútbol y otros kioskitos (distribución de droga), viajes pagos según el mejor postor y los servicios de patotas alquilados a los aparatos y punteros políticos del oficialismo y la oposición.

El justiciero Burlando tuvo a su cargo la defensa del “Hache”, jefe de la barrabrava de Estudiantes de La Plata, y de Rafael Di Zeo, el capo de “la Doce” que terminó absuelto por el crimen de dos barras rivales de Boca Juniors. La reapertura de la causa contra Rafael Di Zeo fue una farsa judicial con un “fiscal” pidiendo cuatro años de cárcel por instigación a desmanes en espectáculos deportivos, una “pena” al dente de la impunidad de los barras, que además prestan servicios como fuerza de choque de los candidatos patronales y de la burocracia sindical.

Sabemos de qué hablamos, porque nuestro compañero Mariano Ferreyra fue asesinado por una patota conjunta de la Unión Ferroviaria y barras de Defensa y Justicia, bajo las órdenes de José Pedraza. De nada esto habla Burlando, que después del juicio por el brutal asesinato de Fernando Báez Sosa seguirá facturando con su estudio legal. La candidatura de Burlando es tan siniestra como quien la encarna.

Con los empresarios

Entre el Bailando y los “realities” de TV, que lo ubicaron como un habitué de la farándula, el abogado del diablo, defendió a directivos de Skanka, el primer y sonado caso de corrupción bajo el gobierno de Néstor Kirchner. El procesamiento de los directivos sacó a luz un sofisticado sistema de adulteración de tarifas para desviar fondos destinados al pago de coimas y negociados de la patria contratista.

Como sucediera con los cuatro horneros, Fernando Burlando negó la responsabilidad de los CEOs acusados y atribuyó el lavado con facturas truchas a “personas” de la empresa que nunca identificó. Una puesta en escena para que zafen los directivos de Skanka. El “técnico” se llevó siempre bien con el mundillo empresario. La asesoría legal de Burlando se construyó en base a honorarios millonarios y sus contactos con el poder, trascendiendo gobiernos desde el menemismo, al kircherismo y el macrismo.

En el 2001 defendió al empresario Pesquera, relacionado con el accidente mortal de Rodrigo en la autopista La Plata Buenos Aires. Años más tarde Pesquera se suicidaría por otra causa de violencia y corrupción que lo involucraba directamente. Poco antes de matarse, le escribió a Burlando que “no estaba para otro round”, sobre todo cuando el abogado esquilma hasta el final a sus defendidos.

Los servicios gratuitos de Burlando son aquellos seleccionados que le permiten blanquearse o ganar popularidad, como lo hizo en su rol de abogado de la familia de Candela, la nena secuestrada y asesinada por una vendetta mafiosa. En este caso, que conmocionó a la opinión pública, lo determinante fue la protección de la Bonaerense a los secuestradores; tampoco de esto habla Burlando, que no pierde oportunidad para exaltar a la policía. Como candidato irá más lejos.

Con la mano dura

Uno de los fracasos de Burlando fue el haber sido relevado de la defensa del esposo de Carolina Píparo, la diputada derechista que saltó de Juntos por el Cambio a Espert y que se distingue por justificar el gatillo fácil. Burlando no pudo en su momento imponer la excarcelación del imputado por atropellar a motociclistas, a quienes Píparo y su consorte acusaron de perseguirlos para robarles. El relato de Píparo -que Fernando Burlando ayudó a construir- servía para esconder que el acusado y la diputada manejaban borrachos y se dieron a la fuga con absoluto desprecio por la vida.

Metido a discursear sobre política, el aspirante a gobernador por los liberfachos se distanció del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio “para construir una alternativa” con Milei y compañía. Tratándose de Burlando nunca se sabe dónde terminará y quien pondrá el dinero. Por lo pronto, no se privó de elogiar la “capacidad de trabajo” de Sergio Berni, el ministro represor de Kicillof. El floreo a Berni es acompañado por la justificación de la mano dura como acto de justicia y una impostada comprensión de los policías acusados por violencia estatal. Fernando Burlando está en el campo fascistoide de la doctrina Chocobar.

En la lista de defendidos está Juan Darthés denunciado por violación por Thelma Fardín cuando la actriz tenía 16 años. En sus alegatos, Burlando habló de un Darthés perseguido y “desterrado” -se refugió en el Brasil de Bolsonaro- y atacó al movimiento de mujeres. El mileista Burlando defenderá como candidato lo que cobra como abogado desde su bufete. Javier Milei es un enemigo jurado del derecho al aborto.

En síntesis, la diáspora de la derecha sumó a un nuevo candidato. Conociendo a Burlando, intentará negociar con quien le cuadre y meterá otra cuña en el dividido Juntos en la provincia de Buenos Aires. La lucha contra la derecha es vital para el Frente de Izquierda Unidad y debe desarrollarse con todo vigor e independencia política frente al gobierno de los Kicillof y los Berni.

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