Luego de muchas negociaciones, Javier Milei finalmente confirmó que Martín Menem, diputado electo de La Libertad Avanza, será su candidato para presidir la Cámara de Diputados. Es un empresario riojano, hijo del exsenador Eduardo Menem y sobrino del expresidente Carlos Menem.

Martín Menem arribó a la política recién en 2021, cuando fue electo como diputado provincial en La Rioja, por la lista de LLA, para luego ingresar al Congreso Nacional en las recientes elecciones. Como legislador riojano se caracterizó por su alto nivel de ausentismo en las sesiones, e, incluso, hasta hace pocos días barajaba la posibilidad no asumir su banca a nivel nacional para dedicarse al armado político de la ultraderecha en su provincia.

A un gobierno que va a mandar al Congreso un "plan motisierra" contra el pueblo no se le debe votar las autoridades parlamentarias porque equivale a facilitar el ajuste. Si el kirchnerismo lo hace será cómplice de Milei.

— Gabriel Solano (@Solanopo) December 4, 2023

El sorpresivo nombramiento de Martín Menem como candidato a presidente de la Cámara baja obedece a la crisis producida al interior del espacio de La Libertad Avanza, fruto de que Javier Milei estaba a punto de entregarle ese cargo a alguno de sus aliados macristas o del peronismo cordobés. Recordemos que circulaban los nombres de Cristian Ritondo y de Florencio Randazzo como posibles alternativas.

Lo anterior revela la precariedad del armado de Milei y anticipa un mandato sujeto a negociaciones, condicionamientos y crisis políticas de todo tipo. De hecho, si el riojano finalmente llega a la presidencia de Diputados, al no reunir un quorum propio, deberá pactar con otros bloques el tratamiento de cada una de las leyes.

Cabe destacar que Cristina Kirchner planteó recientemente que la autoridad de la Cámara debía ser de la LLA, a sabiendas de que Milei prometió enviar al parlamento un proyecto ómnibus que contendría el feroz ajuste que proclama. En lugar de llamar a enfrentar a la derecha reaccionaria, el kirchnerismo le allana el camino a la “motosierra”.

A su vez, la designación del sobrino de Carlos Saúl tiene otras significancias. Por un lado, constituye una señal política de que este gobierno emprenderá una ofensiva directa contra las masas, como ocurrió en los ´90 bajo el menemismo. Por otra parte, Milei, poniendo a un empresario para que ocupe ese lugar, busca darle un mensaje a la clase capitalista de que solo se tratarán proyectos que la favorezcan. En ese sentido, además de reivindicar la gestión presidencial de su tío, Martín Menem declaró: “me metí en política para que no le pongan más obstáculos al sector privado” (El Cronista, 3/12).

Lo cierto es que muchos obstáculos no enfrentó. Es dueño de la fábrica Gentech, que produce suplementos dietarios, la cual facturó $116 millones en el 2020, según la revista Forbes, mientras millones de trabajadores debían sobrevivir durante la pandemia con un mísero IFE. Tiene una posición líder en el mercado: 8 de cada 10 “barras energéticas” que se venden en el país pertenecen a esa empresa. Fabrica más de 80 productos y exporta a países como Uruguay, Paraguay y Colombia, beneficiándose del dólar diferencial que otorgó Massa a todos los exportadores. Además, Gentech es uno de los sponsors de la Selección Argentina de fútbol.

Como vemos, este arribista político forma parte de la industria de la dieta, que se enriquece a costa de la estigmatización social que sufren las personas gordas. A su vez, lucra con la proliferación de alimentos ultraprocesados que empuja a la población a consumir estos suplementos artificiales, ante la carencia de nutrientes que provengan de una alimentación equilibrada.

En definitiva, nada bueno podemos esperar los trabajadores de este advenedizo, que busca escalar en la política con el único objetivo de obtener mayores beneficios para su negocio. Organicémonos para enfrentar los ataques antiobreros que se vienen.

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