Políticas

4/8/2008|893

Quilmes, al rojo vivo


Después de dos semanas de crisis, el intendente Villordo vetó la ordenanza aprobada por 15 concejales “críticos”, que municipalizaba la higiene urbana (limpieza y recolección). Simultáneamente, se adjudicaba la licitación de la zona este a la Compañía Latinoamericana de Ingeniería Básica Ambiental (Cliba), del grupo Roggio. En 60 días se realizará la segunda licitación de la zona oeste.


 


Si los “críticos” del Concejo Deliberante reúnen los dos tercios, podrían ratificar la municipalización. Algunos medios periodísticos locales consideran que la firma del contrato con la empresa de Roggio es una apretada del intendente para que los concejales no ratifiquen la municipalización, ya que la comuna, en ese caso, debería indemnizar a Cliba (Perspectiva Sur, 24/3).


 


Nuevamente, la cuestión del poder está al rojo vivo. El martes debería elegirse el quinto presidente del Concejo Deliberante desde diciembre de 2003 y los operadores de Aníbal Fernández y de Villordo están recorriendo los despachos para imponer un presidente propio, aunque todo hace prever que la presidencia quedará en algún peronista “crítico”.


 


La quinta elección de presidente del Concejo revela una vez más que en Quilmes están exacerbadas todas las crisis del PJ, incluso en el gabinete, pues la nueva subsecretaria de Acción Social, que había asumido la primera semana de febrero, renunció en marzo, denunciando que no podía trabajar. Mientras tanto, las denuncias de desnutrición llenan los diarios, las organizaciones populares que sostienen comedores protestan por la falta de alimentos, la Justicia obliga a la comuna a mantener familias desnutridas, más de 40.000 desocupados están bajo la línea de indigencia, los vecinos se organizan para frenar los basurales clandestinos, los trabajadores municipales tienen los sueldos congelados y una parte en negro, un importante número de trabajadores tiene contratos precarios, además de que los beneficiarios de los planes sociales son obligados a cumplir tareas de trabajadores de planta. Es decir, todos los problemas de la comunidad quilmeña siguen sin resolverse.


 


El Ejecutivo y el Concejo de Quilmes no tienen en su agenda resolver los problemas laborales, la alimentación, la salud y las condiciones de vida de los quilmeños.


 


Que se vayan. Fuera Villordo y las mafias del Concejo Deliberante.


 


Necesitamos una alternativa obrera y socialista para resolver los problemas más elementales de la población.


 


Municipalización de Higiene Urbana; pase a planta municipal de los recolectores garantizándoles los salarios y condiciones laborales.


 


Pase a planta permanente de todos los contratados y planes que cumplen tareas en el municipio.


 


Municipalización de RC y de todos los servicios privatizados; puesta en funcionamiento bajo control de los vecinos y los trabajadores del sector.


 


Impuesto a las ganancias de las empresas productoras y distribuidoras de alimentos para resolver la desnutrición.


 


Que se abran los libros contables del municipio.


 


Asamblea Popular en Quilmes, para decidir los destinos del municipio.