Ramal en el Hospital Alvarez
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El viernes 4 de abril, Marcelo Ramal, legislador del Frente de Izquierda y de los Trabajadores, recorrió las instalaciones del Hospital Alvarez de Flores y conversó con sus trabajadores, quienes denuncian pésimas condiciones de trabajo, bajos salarios y gravísimas condiciones de seguridad.
Los bajos salarios son una muestra clara de la precarización en que se ve sumido el hospital. El sueldo básico se encuentra en 1.800 pesos y un enfermero tiene un salario promedio de 5.000 pesos mensuales, prácticamente la mitad de la canasta básica.
En el área de traumatología, los trabajadores remarcaron la necesidad de personal: “la espera para los pacientes es de tres horas, porque sólo funcionan dos ventanillas en la sala de atención”. A su vez, también denunciaron el miedo a perder el trabajo en el marco de un recorte generalizado, en el cual incluye el cierre de determinadas áreas y la reducción de camas a la mitad. Los trabajadores agradecieron a Ramal su atención.
El cuadro de vaciamiento lo ilustra por demás el pabellón “J”, donde hace unas semanas se percibió una grieta con peligro de derrumbe. Por otro lado, uno de los pasillos se mueve y vibra de manera peligrosa al caminar por allí, mientras que hay una sala cuyo suelo no soporta más de 200 kilos de peso. Varias personas se autoevacuaron y denunciaron la situación ante las autoridades del hospital y la Asociación de Médicos Municipales. Obtuvieron como única respuesta que no hablen del problema, porque no había otro lugar para ir. Los trabajadores mostraron su preocupación, debido a que un ingeniero que revisó las instalaciones aseguró que “no existe tal peligro de derrumbe”.
Muchos trabajadores se acercaron al Legislador para plantearle múltiples problemas: el mísero aumento salarial de Sutecba (28%), el impuesto al salario que liquida lo que obtienen por las horas extras, la llegada de niños que no tienen un sector para ser ubicados en el hospital, el hacinamiento, la falta de camas, las “horas Same” (profesionales que realizan actividades de planta, pero que ostentan el cargo de suplente de guardia) y la inacción del sindicato.
La situación del hospital y la crisis salarial es, a las claras, una prueba más del vaciamiento de la salud pública llevada a cabo por el gobierno de la Ciudad y una expresión manifiesta del ajuste que llevan adelante el gobierno y toda la oposición. Los trabajadores de la salud deben organizarse de manera independiente por sus reivindicaciones.