“¿Ustedes saben que De Vido fue a la audiencia de las represas de Santa Cruz a apoyar las políticas de Aranguren y Macri, porque han respetado los contratos corruptos de De Vido? Eso es lo que van a encubrir el miércoles”, dijo en el programa televisivo “Intratables” Marcelo Ramal, candidato a diputado nacional por el Partido Obrero-Frente de Izquierda, en relación con la maniobra parlamentaria que el macrismo busca llevar adelante con la expulsión del Congreso del ex ministro de CFK, emblema de la corrupción.

 

Ramal debatió con el economista del PRO, Martín Tetaz, con el ex titular del Pami, Carlos Regazzoni, y Gustavo López, de Unidad Ciudadana, entre otros.

 

En el debate que tuvo lugar en el ciclo de Santiago Del Moro, Ramal fundamentó la decisión de los diputados del Frente de Izquierda de no avalar la exoneración de Julio De Vido, advirtiendo contra un método de separación irregular que podría ser utilizado posteriormente para la persecución política de los opositores, en particular de quienes representan la lucha popular. 

 

Una ficción

 

En relación con el informe inicial del programa, que colocaba a la izquierda adentro de un “plan salvataje” del ex ministro, Ramal señaló que por el contrario “el ‘plan salvataje’ de De Vido no es lo que se va a discutir en el Congreso”, sino que este se encuentra vigente hace 7 años, “con una justicia que no lo juzga, y es la justicia que eligieron y protegen los diputados que supuestamente van a expulsarlo, los diputados que no le hacen juicio político a esa justicia”.

 

Martín Tetaz, economista estrella del macrismo, aseveró que “la justicia tiene estos problemas que dijo Ramal, pero eso es harina de otro costal”, lo que rápidamente fue desmentido por el referente del PO: “¿Cómo ‘harina de otro costal’? Fijate lo que pasa: lo separan, se va a su casa, sigue sin ser juzgado” –algo que reconocieron numerosos panelistas, y que Ramal denunció como “una enorme ficción”.

 

No es serio

 

Carlos Regazzoni, ex titular del Pami y precandidato a concejal de Cambiemos por Almirante Brown, fungió como defensor de la postura del gobierno. 

 

En este punto, Ramal le recordó que el eventual desafuero de De Vido no está fundamentado en un pedido de la justicia (aclarando que en caso de una condena legal y si se pide el desafuero, el FIT votaría a favor de ello) sino en la figura de la “inhabilidad moral”, y denunció la hipocresía: “los implicados en los Panamá Papers, con Odebrecht, con Gustavo Arribas y sus transferencias desde Brasil… ¿Esos son los jueces morales? No es serio, Regazzoni, no es serio”. Previamente, había señalado que “el Frente de Izquierda no puede darle el certificado de dignidad a diputados que tendrían muchísimas causas por las que dar explicaciones".

 

 

Estado de excepción

 

Daniel Arroyo, candidato a diputado nacional por 1País, justificó con pocas pero claves palabras la participación del massismo en la maniobra PRO: “Nosotros vamos a votar a favor, porque este es un caso excepcional”. Es, justamente, la arbitrariedad que denunció Ramal, al señalar que el desafuero por “inhabilitación moral” sentaría “una especie de estado de excepción: un golpe parlamentario para separar un diputado, decidido por diputados que cuenten con una mayoría especial”.

 

De esta manera advirtió contra la consolidación de una herramienta que podría ser utilizada para la persecución política de los opositores, en particular de quienes representan la lucha popular –actualmente, en Mendoza se busca desaforar a parlamentarios del FIT por apoyar en las calles el paro general del 6 de abril; y ya antes se había intentado sancionar a una legisladora cordobesa del PO-FIT, Cintia Frencia, por defender a quienes luchaban contra la corporación contaminadora Monsanto.

 

Fronteras

 

Consultado por el panelista Paulo Vilouta, el precandidato a diputado de la kirchnerista Unidad Ciudadana, Gustavo López, fue incapaz de responder a una sencilla pregunta: “¿Para vos De Vido es decente?”.

 

En medio de los titubeos de López, Ramal pidió la palabra para responder: “El Partido Obrero fue, es y será el máximo enemigo de Julio De Vido; cuando Macri y Calcaterra eran socios con De Vido, nosotros pagamos con la vida de Mariano Ferreyra los negocios de De Vido con la tercerización y la corruptela en el ferrocarril. Nosotros con De Vido tenemos una frontera de sangre que solo se puede comparar con el que tienen los familiares de víctimas de Once. Por ese abismo es que queremos justicia real y no queremos una ficción, como la que se quiere hacer”.