Cuatro días después de haber sido entregado un borrador del presupuesto municipal 2015 y de haber sido aprobado por todos los bloques políticos de Guaymallén -el concejal del Partido Obrero, Federico Telera, lo rechazó de plano.

 

Se ha votado a libro cerrado y sin ninguna objeción ni debate.

 

El presupuesto 2015 más que duplica al del año pasado. Supera los 1.400 millones de pesos frente a los casi 700 millones de 2015.

 

Tan notable aumento ha dejado en claro los intereses que defiende cada bloque político: mientras el Ejecutivo con sus secuaces radicales y demócratas votan a favor de “obras públicas” que va a revalorizar el valor del suelo en los countries y barrios coquetos, a las barriadas populares se les niega la urbanización y asfaltado.

 

Mientras el municipio gasta una fortuna en pauta publicitaria, los centros de salud están vaciados y sin profesionales.

 

Se contempla un aumento de un miserable 30% para el salario de los trabajadores de la planta municipal; no obstante, la masa salarial aumenta más de un 300%. Esto abre las puertas a un festival de contrataciones a criterio del Ejecutivo. Algo por más curioso en vísperas de un año electoral.

 

Lo que es seguro es que este incremento no se destinará a los magros salarios de la planta municipal.

 

Aún más grave es el método con el que actúa el oficialismo y la oposición trucha que consiste en ocultar sistemáticamente todo tipo de información. En particular a nuestra banca.

 

Junto con el presupuesto se aprobó un 30 por ciento de aumento en las tasas municipales. Otro tarifazo a los trabajadores de Guaymallén.

 

Rechazamos este presupuesto porque constituye una nueva estafa y deja por fuera las principales necesidades del pueblo de Guaymallén, como la vivienda, la urbanización de los asentamientos precarios y realización de obras hídricas.