Políticas

17/7/2014|1323

Reforcemos la campaña en defensa de Cintia Frencia y de todos nuestros diputados

Foto de Virginia Evangelina
Foto de Virginia Evangelina

Con reuniones secretas, la Comisión de Asuntos Institucionales de la Unicameral cordobesa colecta falsos testigos y se apresta a convocar a un comisario y a un fiscal comprometidos en el operativo de persecución a Cintia. Un operativo ordenado políticamente por el gobernador y por la presidencia del cuerpo que tiene el apoyo y fue iniciativa del reaccionario radicalismo cordobés.

La denuncia de la ley ‘ambiental’ hecha a la medida de Monsanto, por un lado, y el apoyo a la lucha del pueblo de Malvinas que logró detener las obras de la planta contaminante, por el otro, han resultado insoportables al régimen. Antes de esto, el proyecto de prohibición de despidos y reparto de las horas de trabajo sin afectar los salarios, presentado por Frencia, se colocó en el centro de la crisis automotriz y de las luchas obreras de la provincia. Cintia es también, desde luego, la legisladora del apoyo a la huelga de Weatherford, donde se produjo un despido masivo por sindicalización ante la entrega manifiesta de la UOM.

En estos días de huelgas y piquetes en Lear, y de ocupación de planta y piquetes en Emfer, a la par de la represión, el régimen volvió a la carga. El secretario de Seguridad Sergio Berni acusó a los diputados de izquierda de “gestionar” los piquetes. En un cruce televisivo que tuvo conmigo [N.d.R. Néstor Pitrola] se desnudó como un simple represor y públicamente reclamó a los “demás diputados, que dejen de mirar para el costado ante esta situación”. La sugerencia fue advertida por el editorialista de Clarín, Eduardo Van der Kooy que, tras indicar la “sanción a Claudio Del Plá por participar de una manifestación docente” se preguntó: “¿Se atreverían los K a hacer valer su mayoría parlamentaria para establecer un castigo parecido a Pitrola?”.

Berni insistió: “a los diputados les pagamos el sueldo para que trabajen. No para que compliquen la vida de los ciudadanos”.

Probablemente, lo que más le duela es justamente nuestro intenso trabajo parlamentario. En la última sesión de diputados, justamente, explotando la crisis política alrededor del tema Boudou, impusimos como segunda preferencia el proyecto del PO y el Frente de Izquierda sobre prohibición de despidos, lo cual llevó al kirchnerismo a votar en contra (126 votos) y, lo que no es menor, a que la oposición (macrismo, UCR, Frente Renovador, Coalición Cívica) vote a favor de su tratamiento. Aunque sabemos que esa oposición, llegado el caso del tratamiento efectivo del proyecto de ley, no lo votaría.

La semana siguiente, luego de explicarlo en asamblea y debatirlo con el cuerpo de delegados, presentamos un proyecto de ley por la continuidad de Emfer y Tatsa a cargo del Estado, con investigación de las tropelías del grupo Cirigliano.

Las huelgas, ocupaciones y sus piquetes los “gestionan” los obreros, a menudo contra la burocracia sindical oficial, nosotros los apoyamos como parte integrante del movimiento obrero. Nuestros parlamentarios actúan en toda la cancha de la lucha de clases como socialistas, afuera y adentro del parlamento ofreciendo un programa y una salida obrera a la crisis.

Pero, tal vez, el rasgo más significativo del cuadro político es que el Frente de Izquierda va tomando en sus manos todas las banderas populares, ambientales, democráticas y nacionales (tal como la deuda), además de las causas netamente obreras, y son los movimientos populares los que las colocan en esas manos.

La política de sometimiento al capital financiero, de ajuste y giro derechista, es común a toda la burguesía y por ello la derechización de todo el arco político.

Reforcemos con todo la campaña en defensa de Cintia Frencia y de todos los diputados de izquierda. El 23 de julio, cuando se vuelve a reunir la comisión inquisidora, se propone una movilización a la Unicameral. Multipliquemos adhesiones de todo el país que confluyan en esa marcha.