Reforma previsional: Altamira acusa al poder ejecutivo
Comunicado de prensa de Jorge Altamira (21/5/92)

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El proyecto de ley aprobado por el gabinete nacional relativo a la previsión social desconoce los aportes Jubilatorios realizados hasta la fecha, lo cual es una confiscación de proporciones históricas de la propiedad privada de los trabajadores en el orden de los 150.000 a 200.000 millones de dólares.
El proyecto es naturalmente Inconstitucional y transforma en pasibles de juicio político al conjunto de los integrantes del poder ejecutivo nacional y a todos los legisladores que voten la medida. Igualmente el proyecto prevé la contribución compulsiva del 11 por dentó de los salarios de los trabajadores en actividad, lo cual constituye otra manifestación confiscatoria de la propiedad privada de los asalariados. Por este medio se pretende transferir un monto de 300 millones de dólares mensuales a unos Fondos de Pensión manejados por la banca para seguir alimentando los superbeneficios financieros de los especuladores capitalistas. Combinada con la política de priva- tizar empresas estatales por debajo de su valor, la llamada reforma previsional se transforma en la mayor transferencia de riqueza de la historia del país en perjuicio de la masa de los trabajadores. El proyecto de ley delata a un gabinete nacional que oficia de agente burocrático de los corredores de Bolsa y del conjunto de la banca.
La perversidad de este proyecto es tal que luego de autorizar la ejecución de semejantes desfalcos, aumenta la edad mínima de jubilación y reduce la retribución jubilatoria al 70% de los salarios, con lo que en forma adicional se refuerza el interés del Estado en impedir cualquier aumento de salarios. El proyecto de ley no garantiza, ni podría hacerlo en la práctica, la intangibilidad de las contribuciones forzadas a las Cajas privadas, toda vez que un derrumbe de ellas como consecuencia de la propia especulación, quebraría la solvencia de la moneda nacional y del conjunto de los patrimonios, como ocurriera en la quiebra de esos Fondos en Chile en 1982- 83.
El proyecto es un golpe al sistema jubilatorio al suprimir los aportes patronales, lo cual equivale a una reducción drástica y absoluta del conjunto del salario que el trabajador recibe durante su vida activa.
En oposición a este engendro confiscatorio que representa a los intereses de un puñado de saqueadores históricos del patrimonio de los trabajadores, el Partido Obrero propone:
1- Reconocimiento integral de todos los aportes obrero-patronales realizados en la cuenta de cada trabajador, con sus debidas capitalizaciones.
2- Mantenimiento del 82% móvil, con el agregado de que su mínimo debe estar referido al costo de la canasta familiar.
3- Control y gestión de las Cajas de Jubilaciones del Estado por delegados elegidos y revocables por los trabajadores y jubilados.
4- Mantenimiento integral de los aportes patronales y fin de la evasión patronal, que ronda en el 50% (4.000 millones de dólares al año), por medio de la abolición del secreto comercial y el control de los trabajadores en todas las empresas.
5- Desconocimiento de la deuda externa, con relación a la cual el país está pagando intereses superiores a los del mercado internacional, incluso de la “reducción” prevista en el “plan Brady.