Políticas

3/12/2021

Renuncia la subsecretaria de Comercio tras el fracaso del “congelamiento” de precios

Débora Giorgi abandonó su cargo como responsable del control de precios y negociadora con la cadena cárnica.

Débora Giorgi pegó el portazo y renunció a su cargo como subsecretaria de Comercio Interior, en medio del fracaso estruendoso del congelamiento de precios del que se encargaba junto a Roberto Feletti. Giorgi era la encargada principal de llevar las negociaciones por los precios de la carne con los consorcios y los frigoríficos (La Nación, 2/12), cuyos precios se dispararon las últimas semanas.

Feletti venía de ser abiertamente desautorizado por la plana mayor del gabinete nacional luego de insinuar la idea de subir las retenciones a las exportaciones de la carne y mantener los cupos de ventas al exterior para “desacoplar” los precios locales de los del mercado internacional. La pretensión fue desmentida rápidamente por el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, y por el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, preocupados por evitar nuevas tensiones con el capital agropecuario y, por el contrario, estimular la exportación para fomentar el ingreso de divisas con la mira puesta en el pago de la deuda externa al FMI y los acreedores.

En las estimaciones de distintas agencias sobre la inflación de noviembre prácticamente todos coinciden en que la carne fue el gran motor del aumento del precio de los alimentos. Giorgi, que nunca había sido confirmada formalmente por Alberto Fernández, probó así la inutilidad de un “congelamiento” que nadie respetó y que ningún efecto tuvo. En su lugar los funcionarios negocian apenas una “tregua” para las fiestas, que implicaría la preservación de precios en los principales cortes parrilleros para el 24 y el 31 de diciembre, ofreciendo a cambio un esquema de créditos a tasa subsidiada y la ampliación de las cuotas para exportar. Vemos que la tesis del “desacople” no se condice con la política oficial, que subordina la economía nacional al pago de la deuda.

Esto sin duda desgastó a la “nueva” gestión de la Secretaría de Comercio, que Feletti y Giorgi asumieron tras la eyección de Paula Español luego de las Paso y de cuatro fracasos sucesivos en ponerle un techo a la suba de precios. Ahora, la salida se produce cuando intentan poner en pie una “canasta navideña consensuada” y una reedición de “Precios Cuidados” para 2022, tan limitados que empezaron acatando las condiciones de las alimenticias de excluir los productos más caros.

La salida de Giorgi es entonces un capítulo más de la crisis de un gobierno comprometido a fondo al pacto de ajuste para el pago de la deuda externa al FMI. Las derrotas electorales recibidas en septiembre y noviembre por el oficialismo expresaron el cansancio popular al 40% de pobreza, al desmadre inflacionario y la carestía.

Cada vez se divisa más claro que la salida al problema es la que plantea el Frente de Izquierda – Unidad: recomponer las jubilaciones y los salarios de acuerdo a la canasta básica familiar. Ello implica una pelea frontal contra el plan plurianual de ajuste, y la ruptura con el Fondo para terminar con el pago de la deuda fraudulenta, una de las raíces de la constante fuga de divisas y depreciación de la moneda, en el marco de un plan económico que incluya nacionalizar el comercio exterior y abrir los libros de toda la cadena de producción de alimentos al control obrero para combatir a los formadores de precios.

Los trabajadores tenemos que ponerle punto final al desangramiento de nuestro bolsillo y de nuestras condiciones de vida. Preparar una movilización de dimensiones masivas el próximo 11 de diciembre contra la llegada del Fondo Monetario Internacional es el punto de partida fundamental para rechazar cualquier salida a la crisis que quiera descargar sobre nuestras espaldas el peso de una crisis que es del capitalismo y no de quienes viven (como pueden) día a día de su salario. A por ello.