En el día de ayer (jueves 7/3), cientos de vecinos fueron reprimidos violentamente por la Gendarmería, por oponerse a la instalación de torres de alta tensión (132 Kw) en la puerta de sus casas. Desde enero, cuando presentaron un recurso de amparo, los vecinos vienen recopilando documentación que pone en tela de juicio la ‘inocuidad’ de esta obra, mostrando como probable que la radiación electromagnética que se produce por la circulación de electricidad, ocasiona leucemia y cáncer entre otras enfermedades, y trastornos inmunológicos. Y, además, mostrando que el tendido de la red podría pasar por otra zona, ya que Ezeiza es en su mayor parte rural, y no por los barrios más densamente poblados del distrito, como pretende Edesur.

Pero la gendarmería, el juez que le dio intervención y la Intendencia actúan en función de los apetitos de la empresa privada. Y utilizan el marco que Duhalde pretende imponerles a los bonaerenses: Un estado policial. Porque lo que ocurrió aquí fue precedido por la represión de los estudiantes en la ciudad de La Plata, y antes, la represión a los municipales. Pretenden enfrentar la rebelión popular con reglamentaciones, gases y balas. Pero los vecinos no retroceden. Este round de la pelea terminó (luego de 8 horas de resistencia vecinal), con el retiro de la gendarmería y los responsables de Edesur de la zona donde pretenden seguir colocando las columnas. Al cierre de esta crónica, se reunía el Concejo Deliberante de Ezeiza, para discutir la prosecución de las obras, y los vecinos iban a concurrir a la sesión para manifestar a viva voz su oposición. La pelea continúa.