Políticas

4/12/2013|1296

Repsol: la “compensación” a los vaciadores

El gobierno "compensará" a Repsol por la "expropiación" del 51% de las acciones de YPF con títulos a pagar en los próximos diez años, sumando más de 8.000 millones de dólares de capital e intereses de deuda externa.


El monto representa casi cuatro veces los 2.200 millones de dólares que cotizaban estas acciones hace un año. Repsol ya había recibido entre 2007 y 2011 por la venta del 30% de su capital, otros 5.000 millones de dólares.


A esto hay que adicionar que la petrolera española junto con su asociada Pemex sigue siendo dueña de otro 17% de acciones, cuyo valor de mercado ascendió a 2.000 millones de dólares, con un 50% de suba en la cotización sólo en el último mes, a partir de los entreguistas acuerdos del gobierno con Chevron, Pan American y ahora Repsol.


La suba especulativa del precio de las acciones fue también fogoneada por el aumento del 80% del precio de las naftas desde mediados del año pasado. Con la suma de las "compensaciones" y el capital accionario aun en su poder, Repsol recupera los 15.000 millones de dólares que había desembolsado en 1999 por la compra del 98% de YPF.


Un enorme negociado


Repsol vació durante una década a YPF, sin invertir utilidades que entre 2000 y 2011 superaron (según la Comisión Nacional de Valores) otros 16.000 millones de dólares. Además retiraba dividendos que eran "realizados en exceso por sobre las ganancias" (Perfil), o sea liquidando activos.


Este vaciamiento provocó que luego de diez años, Repsol dejara la empresa con sólo la tercera parte de las reservas de petróleo y menos de la cuarta parte de las de gas, con una producción anual de petróleo reducida en un 50% y un déficit energético creciente.


El gobierno anunciaba el año pasado que no iba a indemnizar a la petrolera española luego de una década de vaciamiento y de gravísimos daños ambientales.


Ahora repite de manera agigantada el reciente viraje en el Ciadi (el tribunal del Banco Mundial), donde indemnizó emitiendo deuda externa por más de 400 millones de dólares, a empresas concesionarias de servicios públicos que habían vaciado y abandonado las concesiones.