Políticas

1/9/2022

Retenciones 0%, una ofrenda de Massa a las multinacionales automotrices

La exportación incremental estará exenta de impuestos.

Massa en la fábrica Toyota.

En un acto organizado en la planta de Toyota, en Zárate, Sergio Massa anunció la eliminación de retenciones para la exportación incremental que realice la industria automotriz hasta fin de año. Dicho incentivo está orientado a que el sector liquide más divisas, y, por otro lado, atraer nuevas inversiones, en pos de paliar la crisis de reservas y acercarse a la meta del FMI.

Entonces, hasta el 31 de diciembre, las terminales autopartistas y automotrices solo pagarán derechos de exportación sobre el monto facturado equivalente al de 2020; mientras que el excedente no tributará retenciones. Se trata de un piso muy bajo, por cierto, ya que se establece como base de comparación un período de caída abrupta de la actividad debido a la pandemia; y, además, los precios internacionales se dispararon desde aquel momento a esta parte. Con esto, el gobierno espera que el superávit comercial en la rama alcance los USD 400 millones “en tres o cuatro meses”, según palabras del nuevo ministro.

Lo cierto es que viene sucediendo todo lo contrario: en 2021, el balance cambiario del sector automotriz arrojó un déficit de USD 3.628 millones, mientras que el autopartista registró un rojo de USD 6.847 millones. Un saldo comercial completamente desfavorable para el país fruto de la matriz importadora que caracteriza a esta industria. Por lo tanto, la solución no provendrá de ventajas impositivas para exportar, mientras las patronales en cuestión continúen funcionando como armadurías de componentes importados.

Las retenciones 0% planteadas contribuirán al saqueo que ejercen las multinacionales automotrices y autopartistas que operan en el país. Un premio a empresas que se encuentran a la cabeza de la huelga de inversiones; muestra de ello es que la capacidad instalada ociosa de la industria automotriz alcanza el 40,2%, superando el promedio general. A su vez, no tienen ningún interés en avanzar en la sustitución de importaciones en función de alivianar la presión sobre el Banco Central.

Sin dudas, Massa apuró esta medida para poder ofrendársela a Volkswagen en la reunión que mantendrá con ejecutivos de la empresa durante su gira por Estados Unidos, con la expectativa de destrabar inversiones. Esto, sumado al precedente de la reforma laboral implementada en Toyota, son las principales cartas con las que cuenta el gobierno para tentar a estas multinacionales a que inviertan en suelo local, mostrando a Argentina como una plataforma de mano de obra barata y beneficios fiscales, garantía de rentabilidad capitalista.

El ministro eligió la fábrica de Toyota como escenario para realizar sus anuncios, reivindicando con ese gesto la flexibilización del convenio que sufrieron sus operarios. El acto contó con la presencia del secretario general del Smata, Ricardo Pignanelli, lo cual debe alertar al conjunto de los obreros automotrices y autopartistas sobre la posibilidad de nuevos ataques a sus condiciones laborales pergeñados entre el Estado, las patronales y la burocracia sindical.

Ahora bien, los dólares extra que puedan llegar a ingresar o a liquidarse como resultado de este nuevo estímulo no proporcionarán ninguna mejora a las condiciones de vida de la población ni serán utilizados para el desarrollo nacional. El objetivo del gobierno es alcanzar la meta de acumulación de reservas fijada por el FMI, cuyo destino será el repago de la duda usuraria, y, para ello, acentuará la inserción semicolonial del país dentro del mercado mundial, concediéndole un sinnúmero de prebendas a los pulpos foráneos.

Una sujeción a las grandes potencias y a sus monopolios que promueven todos los gobiernos, de la cual solo podrá liberarnos una salida política dirigida por la clase trabajadora, al servicio de la autonomía nacional y el interés mayoritario.