Políticas

18/3/2004|842

Richard Myers le baja línea a Kirchner

A pesar de la catarata de preocupaciones que lo acosan, el jefe de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, Richard Myers, visitó la Argentina. Según Rosendo Fraga (La Nación, 15/3), el objetivo de Myers ha sido obtener el envío de tropas argentinas a Haití en forma inmediata; Brasil y Chile ya se encuentran en Puerto Príncipe. Siempre según Fraga, “actualmente hay 1.400 marines en este país, los que el Pentágono querría ver suplantados lo más rápidamente posible por fuerzas latinoamericanas, dada la escasez de hombres que tienen frente a las múltiples necesidades”. Bush debe recurrir, entonces, a los amigos.


Pero no se trata sólo de reemplazar a los marines en Haití. “La fuerza de paz de Haití –dice Fraga– puede estar anticipando su capacidad de intervenir en situaciones análogas que podrían plantearse en alguno de los países andinos, en los que EE.UU. no intervendría directamente como lo ha hecho en Haití.” ¿Colombia? ¿Bolivia? ¿Venezuela? ¿Ecuador? La lista es tan larga como las crisis políticas de los regímenes andinos.


Myers, claro, hizo el viaje porque ya tenía seguridades de que sus demandas serían atendidas. El derechista Roger Noriega acaba de elogiar la politica exterior de Kirchner ante el senado norteamericano. Los yanquis vieron muy bien, asimismo, la presión sobre Chávez para que acepte el referéndum que reclaman los imperialistas y los golpistas venezolanos, el respaldo al gobierno de Mesa en Bolivia (anudado por el acuerdo para la compra de gas), la resolución de mandar las tropas a Haití y, ¡qué tal!, “el hecho incipiente de que el gobierno de Kirchner haya empezado a hablar de las violaciones a los derechos humanos en Cuba” (La Nación, 14/3). A todo esto, claro, hay que agregarle el pago de los 3.100 millones al FMI…


Kirchner no es un pingüino patagónico; es un avestruz.