Políticas

23/2/2006|934

Río Chico


En este caso, el resultado (arriba de los 1.000 votos) se reparte de manera pareja entre la ciudad cabecera -Aguilares- y las localidades del interior. Un alto porcentaje de los votos de este departamento es resultado de un trabajo de piqueteo casi sistemático en la puerta de Alpargatas, donde los obreros prácticamente se "descuelgan" por las ventanillas de los colectivos para pedirnos el volante cuando ven los chalecos del PO. Otra parte importante proviene de la juventud universitaria y de docentes.


 


En el caso de Santa Ana, por ejemplo, estamos hablando de un pueblo sumido en la pobreza y la desocupación. Nuestros fiscales generales -no tuvimos fiscales en ninguna de las 14 mesas- no pudieron parar la "inflada" de urnas a ojos vista; denuncian que no había autoridades de mesa y mucho menos veedores, y que la gente -especialmente mujeres grandes- era trasladada como ganado en un camión de la comuna que, de tanta envergadura obligaba a poner escalera para descender. A esto se agrega el hecho de que el delegado comunal, "Pilila" Bazán, fue increpado en el patio mismo de la escuela y en más de una oportunidad por estas mujeres, en reclamo de la entrega despareja de bolsones, como si todos los votos "no valieran lo mismo". Nuestros fiscales volvieron con todos los certificados de escrutinio firmados por los presidentes, con casi 300 orgullosos votos. Se trata de una localidad de gran concentración de obreros de Alpargatas.


 


Repudiamos


 


El Partido Obrero del sur de la provincia repudia a la veedora de la Junta Electoral que estuvo destinada a la escuela Frías Silva de la ciudad de Aguilares, departamento Río Chico, que recurrió a la fuerza pública, pidiendo que se desalojara a nuestro compañero Luis Reinoso porque defendía el derecho del Partido Obrero a que se le entregaran los Certificados de Escrutinio. El comisario que acudió al requerimiento de la veedora, pidió refuerzos para impedirle la tarea de recolección de datos, armando barreras frente a las mesas a las que intentaba acercarse. El compañero fue obligado, de esta manera y bajo amenaza de detención, a retirarse de la escuela minutos antes de comenzado el escrutinio, después de todo un día de ardua militancia en la defensa del voto al partido. Y fue prohibido de permanecer en los alrededores de la escuela. Para asegurarse de que así fuera, el comisario ordenó una patrulla en la zona.