Un intendente que ya venía mal hecho de fábrica. Allá por diciembre de 2011 asumió como intendente Omar Goye. De no haber sido por las colectoras, hubiese sido ampliamente superado por el Frente Grande. Un intendente cuya lista era encabezada por Carlos Soria y Cristina Fernández de Kirchner. Una lista que después de un año de haber asumido está fracturada en tres pedazos.

Para CFK, Omar Goye no fue capaz de tapar lo que la crisis social de Bariloche, lo que desembocó en el armado de la destitución y judicialización del intendente, tejido por CFK en la Casa Rosada junto a Pichetto y Weretilnek.

Ahora, el Concejo Deliberante local parece tener un único objetivo, garantizar de una vez por toda la revocatoria del mandato del intendente municipal. En los medios, las principales noticias giran alrededor de este proceso. Según El Cordillerano, de acá a 30 días se habilitarán unos 30 libros en distintos lugares públicos de la ciudad, para que el pueblo firme. Y así poder dar un paso más en este proceso de revocatoria. De este modo, estos funcionarios usarán a la clase trabajadora como furgón de cola para dejar abierto el camino a un ajuste futuro. El mismo carácter tendría el referéndum. Además del “merito” del Concejo Deliberante de avanzar con la revocatoria, otros hacen mérito anunciando sus candidaturas de cara al proceso revocatorio. Entre ellos se perfilan Carlos Valeri, del Frente Grande; Genusso, quien recientemente ha renunciado a su cargo en el IVTHS, para lanzar su candidatura a intendente y, por último, María Eugenia Martini, la intendenta interina. Todos ellos gobernaron junto a Goye desde que asumieron en 2011.

La semana pasada, la intendenta Martini viajó a Buenos Aires para reunirse con Abal Medina, donde abordaron el proceso de revocatoria en Bariloche. No cabe duda que esta reunión con el jefe del Gabinete vale como refuerzo al proceso revocatorio. También se reunió con Alicia Kirchner, quien daría ayuda a los sectores más desprotegidos, es decir más precarización laboral.

El silencio y el impasse de los sindicatos hablan por sí solos. El Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (Soyem), uno de los sindicatos más grandes de la ciudad, celebró el compromiso que sutilmente le sacó al Ejecutivo municipal de abrir las paritarias esta semana (Bariloche 2000; 1/2/13), lo que, hasta aquí, no garantiza nada. r otro lado, acordaron el pago de horas extras adeudadas, eso sí desdoblada en dos cuotas, la última cuota con cancelación el 20 de abril de 2013, una aberración.

En este marco de crisis política y social, el Partido Obrero se ha posicionado y nos hemos expresado mediante comunicados de prensa en los medios locales, con una fuerte agitación con volantes y la venta de Prensa Obrera en las calles, con una muy buena recepción y un gran repudio al accionar político que ha tenido el gobierno local y provincial durante los dos últimos meses.

La propuesta del Partido Obrero -“Pongamos en pie una asamblea popular”- ha simpatizado a los vecinos barilochenses. Por eso, de ahora en adelante, afirmamos más que nunca nuestra consigna, para llevarla a los barrios y a los lugares de trabajo, para poner en pie una alternativa propia de los trabajadores ante crisis que azota a la clase trabajadora.

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