Ripoll también quiere que los pibes vayan a la cárcel
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A Vilma Ripoll no le alcanzó exhibirse con la Sociedad Rural y la patronal sojera en el Monumento a los Españoles el año pasado. Ella es más consecuente que eso: en medio de la campaña de la derecha para que se baje la edad de imputabilidad de los menores, acaba de decir que “estamos a favor de debatir un nuevo régimen penal juvenil…” (comunicado del 18 de abril). Naturalmente, Ripoll decora su planteo con un ropaje “humano”, como también defendió el programa sojero con un disfraz campesino. Para encubrir su coincidencia con la derecha, Ripoll supedita la rebaja a “un verdadero plan de inclusión educativa y laboral”.
Para la candidata, “sin empleo y sin futuro, la inseguridad seguirá creciendo aunque baje la edad de la imputabilidad”. ¿Entonces por qué la propone? ¿O no sabe que el capitalismo depara desocupación y falta de perspectivas, y que el socialismo no necesita un régimen de persecución penal –no digamos ya la rebaja de la edad para mandar a los menores a las podridas prisiones de este sistema?
La ‘nuevaizquierdista’ llega al ridículo de encubrir a la policía cuando dice que “muchas veces” los chicos caen en el delito “como mano de obra de comisarios y punteros políticos”. ¿Entonces, por qué propone reducir la edad de inimputabilidad, si de lo que se trata es de meter en cana a “los comisarios y punteros políticos”? Ripoll busca, desesperada, los votos de la izquierda y de la derecha; ha caído en semejante desatino como consecuencia del afán desesperado de su ‘partido’ para salvarse del derrumbe con una dudosa apuesta electoral. Sigue una vieja receta de su mentor: para la izquierda, crítica a los comisarios; para la derecha, a los menores. Para los obreros, es anticapitalista; para los sojeros, es patronal chacarera. Pero cuando se ponen los huevos en un número infinito de canastas, se los acaba perdiendo.
Simplemente, una vergüenza.
La candidata que plantea bajar la edad de imputabilidad –es decir, mandar a los pibes de 14 años a la cárcel– como solución a la inseguridad no dedica una palabra a repudiar la represión de la juventud de los barrios por la policía, el gatillo fácil.