Ripoll… y Evita
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En su intervención en la Legislatura sobre Eva Perón, Vilma Ripoll, del MST-IU, reivindicó el papel de su corriente, llamada Palabra Obrera entre 1940 y 1950. “Formábamos parte del movimiento peronista”, señaló, y remató afirmando que “cuando se impulsaba ‘Braden o Perón’, no tuvimos duda de qué lado alinearnos”.
Lo cierto es que la corriente encabezada por Nahuel Moreno, apenas surgió el peronismo, lo caracterizó como “la vanguardia de la ofensiva capitalista contra las conquistas obreras”. Ni siquiera intuyó que se trataba de un movimiento nacionalista burgués pues Nahuel Moreno todavía en 1949 afirmaba que “lo esencial es que para nosotros es un gobierno reaccionario desde su surgimiento en 1943 y su continuación en 1945, no habiendose transformado nunca en un régimen progresivo o revolucionario, producto de un movimiento anticapitalista o antiimperialista”. (“¿Movilización antiimperialista o movilización de clase’”, Nahuel Moreno en “Revolución Permanente N° 1, 21/7/1949)
La presencia de Evita, llevó a Nahuel Moreno a afirmar que el peronismo era “un movimiento dirigido y formado por militares y marinos, curas y profesores, conservadores y sindicalistas a granel, ex socialistas y radicales, matones y caficios, industriales y comerciantes, ganaderos y terratenientes, curas yartistas de varieté o radioteatro, agentes del imperialismo y nacionalistas trasnochados”.(subrayado nuestro). Y al estallar el 17 de octubre de 1945, Moreno señaló que “…no se trató de una movilización de clase ni de una movilización antiimperialista sino de una movilización fabricada y dirigida por la policía y los militares, y nada más”. (Nahuel Moreno, idem)
El morenismo mantuvo esta política hasta 1953, cuando ante tantos desaciertos, pegó un viraje de 180 grados y decidió hacer entrismo en un movimiento legal creado al calor oficial, el PSRN, (Partido Socialista de la Revolución Nacional). Ante los preparativos y las intentonas golpistas, el morenismo no jugó ningún papel en la lucha contra la Revolución Libertadora. En verdad en agosto de 1955 llamaron a que se le aceptara la renuncia a Perón – lo que reclamaban los golpistas —y el Gobierno pasara a manos de un “senador” de la CGT, con el argumento que en ese caso surgiría un “gobierno obrero”.(Ernesto González, El Trotskismo obrero e internacionalista en la Argentina, Tomo 1, pag.244). Después del golpe, el morenismo fundó Palabra Obrera y se colocó bajo la directivas del General Perón y del Comando Superior Peronista, jugando un papel importante en contra de la independencia de clase obrera: en 1958 llamó a “acatar la orden” y votar por Frondizi, dándole la espalda a un vasto movimiento de la clase obrera por el voto en blanco y de ruptura con Perón.”. (Ernesto González, El Trotskismo obrero e internacionalista en la Argentina, Tomo 2, pag.226).
Así, entre desaciertos, virajes, oportunismo y confusionismo transcurrieron los 15 primeros años del morenismo.