La Cámara de Diputados comenzó a debatir una reforma de la Ley de Alquileres, en pos de implementar cambios en el sistema de actualización de contratos entre locadores y locatarios, que tendrían como presunto objetivo promover la oferta de inmuebles en alquiler ante la disparada de sus precios. La diputada Romina Del Plá denunció los intereses detrás de lo acordado entre los bloques del Frente de Todos y Juntos por el Cambio.

En medio de una profunda crisis política, el oficialismo y la oposición derechista consensuaron un esquema de tratamiento para allanar el camino a una legislación que satisfaga los reclamos del capital inmobiliario.

La diputada nacional por el Frente de Izquierda Unidad Romina Del Plá realizó algunas declaraciones respecto a la ley de alquileres y las modificaciones que se quieren llevar adelante “tenemos que discutir una solución integral al problema de los alquileres, y en ese sentido hay tres aspectos que se deben tener en cuenta: la imposibilidad de acceder a la vivienda propia, los salarios bajísimos que hoy no pueden costear un alquiler y la crisis habitacional en la que se ven inmersas muchísimas familias”.

Y agregó “los grandes propietarios, que son dueños de las tierras ociosas y por especulación llevan los alquileres a precios astronómicos, buscan modificar la ley en favor de sus intereses”

Habiendo fracasado la ley anterior, ya que ni impidió el encarecimiento acelerado de los contratos ni el derrumbe de la oferta, el interés de las inmobiliarias es modificar el artículo que estipula la duración de tres años para los contratos y el que indexa el ajuste anual por inflación e índice de variación salarial. Lejos de resolver la crisis, y mientras se agrava el déficit habitacional, los partidos patronales ceden al interés del capital inmobiliario por incrementar su renta en medio de una parálisis del mercado de inmuebles. Nada de lo propuesto resolverá la situación de los inquilinos, afectados a su vez por la pulverización de los salarios.

Para cerrar, la diputada afirmó “se debe hacer un censo de tierras ociosas y de propiedades deshabitadas, que se utilizan en favor de la especulación inmobiliaria, concentradas en una sola mano. Hay que avanzar con impuestos a la vivienda ociosa concentrada y, a su vez, en un plan de construcción de viviendas populares de manera urgente”