En el plenario de comisiones de la Cámara de Diputados destinado a tratar la “ley de bases”, la diputada nacional del Partido Obrero – Frente de Izquierda, Romina Del Plá señaló que “el maridaje entre el oficialismo de La Libertad Avanza y los bloques colaboracionistas está alumbrando una de las legislaciones más antiobreras y antipopulares de las que haya memoria”.

En la misma línea, calificó al megaproyecto como “una biblia con los mandamientos que reclaman las grandes patronales”, al incluir la privatización de empresas públicas, un “festival de beneficios” para las empresas en cuanto a exenciones y régimen de inversiones, la extensión del período de prueba y el ataque a las indemnizaciones (en el capítulo de reforma laboral), entre otros puntos lesivos para la clase trabajadora.

Del Plá denunció también maniobras en el recinto para evitar un debate en regla (tiempos acotados tanto para la reunión como para las intervenciones de los diputados), e incluso –a la usanza del primer proyecto de “Ley Ómnibus” que resultó rechazado a comienzos de año- que el dictamen seguía en modificación aún después de presentado, lo que resta claridad sobre los puntos en discusión. La diputada del PO-FITU debió terminar su alocución a viva voz, ya que el presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, José Luis Espert, le retiró la palabra antes de que finalizara.

Del Plá llegó a resaltar el impacto de la Marcha Federal Educativa del martes 23, denunció que Milei quiere cerrar las universidades (por eso las asfixia presupuestariamente) y planteó la perspectiva de la movilización y la huelga general para derrotar el gobierno del plan motosierra.

Luego definició a la reforma laboral como “aberrante”, ya que “limita de manera anticonstitucional el derecho a huelga, que alarga el periodo de prueba y busca atar de manos a los trabajadores para que no enfrenten este ni ningún otro plan anti obrero. Nos quieren imponer un país sin derechos laborales, tratando de barrer las conquistas que logramos con decenas de décadas de lucha. Rechazamos también todo tipo de acuerdo que pueda llegar a haber con la burocracia sindical, que se prepara para manejar la caja de los fondos del cese laboral”.

Más tarde, cuando se puso en tratamiento el paquete fiscal del oficialismo, planteó que “para los trabajadores hay impuesto sobre los salarios, liquidación del monotributo social y derogación de las jubilaciones por moratoria. Para los empresarios hay moratoria impositiva, blanqueo de capitales y reducción de la alícuota a bienes personales. Si atamos los puntos, una vez más a los trabajadores nos hacen pagar la fiesta de los fugadores, de los narcos y de los empresarios”.

Por último, anticipó que el lunes 29 habrá una fuerte movilización frente al Congreso para rechazar esta legislación reaccionaria, y sentenció que “la fiesta de la casta tiene los días contados, la gente no va a seguir permitiendo estos atropellos. Están hundiendo al país en la miseria, pero la movilización del 23 fue un punto de inflexión. De esta crisis vamos a salir los trabajadores, pasándoles por encima a todos los que se enriquecen a costa nuestra”

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