El domingo 9, unas 30 familias del barrio Nuevo Alberdi se organizaron y ocuparon los terrenos lindantes para exigir la construcción de viviendas.

Esos terrenos se encuentran, desde hace años, en total estado de abandono, con yuyales, basura y sin iluminación.

Al día siguiente se hizo presente la policía, intimidando a los vecinos para que se retiraran del lugar. Los compañeros demostraron su firme convicción de defender el derecho a la vivienda y resistieron las amenazas. Recién el martes llegaron funcionarios municipales, que informaron que esos terrenos pertenecían a la provincia y que estarían destinados a la construcción de una cárcel para menores. Esta versión circula desde hace años pero nunca se hizo nada. De la propia conversación con los funcionarios, quedó en claro que no tienen la certeza de contar con los fondos para hacerlo.

A pesar de las sucesivas intimidaciones policiales, de la Guardia Urbana municipal, de las tropas especiales, los vecinos siguieron construyendo sus precarias viviendas y sosteniendo con firmeza la toma. Ya han transcurrido más de cinco días y se afianza la ocupación.

Los vecinos del barrio no queremos una cárcel para los menores. Queremos que los niños y niñas puedan estudiar, formarse y armar su propio futuro. Que los menores en conflicto con la ley tengan la protección que les debe el Estado, no que sean recluidos en instituciones totalitarias.

Defendemos nuestro derecho a una vivienda.

Exigimos a los gobiernos provincial y municipal que se regularicen y titularicen los lotes, que se financie la autoconstrucción de las viviendas y se extiendan los servicios necesarios (agua/luz).

En estos cinco días, los vecinos hemos demostrado que con nuestra organización podemos enfrentar las provocaciones y avanzar en nuestros objetivos: tener nuestra vivienda propia.