Ruckauf y Duhalde están hundiendo a la provincia
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Cuando faltan pocos días para las elecciones, la provincia se para irremediablemente.
Por un acuerdo con el Ministerio de Trabajo, “las empresas proveedoras del Estado bonaerense, al igual que firmas industriales de diversos rubros y comercios radicados en el Gran La Plata, comenzaron a abonar los sueldos de sus empleados con patacones, dándole a este valor un status similar al del peso” (El Día, 21/9).
Así lo acaban de confirmar las cámaras empresariales, Confederación Económica de la Provincia y Federación de Mayoristas y Proveedores del Estado. Según el titular de esta última “la cuestión de los sueldos fue consensuada con el ministro de Trabajo provincial. Nosotros vamos a pagar con patacones y si algún sindicato se opone, va a intervenir el Ministerio de Trabajo bonaerense” (ídem).
De este modo, la carga de la “pataconización” se pasa a los trabajadores. La provincia de Buenos Aires se convierte en la cuna de la mayor discriminación social de la historia. Según su condición cada uno recibirá moneda fuerte o moneda “basura”. La discriminación no provendrá del color de piel o la religión que cada uno practique, sino de su condición social. Ruckauf y Duhalde han establecido dos clases de bonaerenses: los explotadores cobrarán en pesos convertibles a dólares; la masa de trabajadores, empleados o no, cobrarán en patacones.
El último escalón de este abismo social les corresponde a los desempleados. Cobran la totalidad de sus asignaciones, salvo alguna excepción, en patacones. En los almacenes, en los que compran lo poco que pueden, se les ha suspendido el fiado, porque nadie quiere hacerse cargo de un pago futuro en patacones.
Municipalización de escuelas y hospitales
Pero esto no es todo, porque Ruckauf acaba de anunciar que para conseguir el Déficit Cero en la provincia, ha resuelto pasar a manos de las intendencias las escuelas y los hospitales. Con municipios en cesación de pagos, el destino de las escuelas y hospitales será el cierre o la privatización.
A la discriminación de cobrar en patacones, el asalariado o el desocupado le agregará así una segunda discriminación. El que pueda pagar tendrá salud y educación aseguradas. El que no pueda tendrá educación o salud “asistencial”, que consistirá en una guardia para disfrazar la falta de atención médica o una escuela vaciada y destruida para “albergar a los indigentes”.
El pago en patacones y el recorte de sueldos están paralizando el movimiento comercial de la provincia y agravando la cesación de pagos. Según los últimos datos oficiales, el mayor desempleo de todo el país (22,9%) se concentra en una vasta zona del Gran Buenos Aires, en la que el 50% de las familias son pobres. Pero estos datos ya son viejos. Duhalde y Ruckauf han llevado a la provincia a la mayor catástofe social conocida.
Quién se salva
Este inmenso proceso de confiscación tiene un propósito: salvar a la clase capitalista de la crisis. Duhalde y Ruckauf manipularon el Banco de la Provincia de Buenos Aires para favorecer a los capitalistas como Soldati (Tren de la Costa), Gualtieri, los contratistas de la construcción, los terratenientes. Les dieron crédito sin parar y cuando los capitalistas dejaron de pagar estos créditos, Ruckauf hizo lo que aprendió de Cavallo: estatizó la deuda de los capitalistas, emitió un bono haciendo cargo a la provincia de las deudas impagas y ahora el pueblo bonaerense tiene que cobrar sueldos recortados y en patacones como fruto de este desfalco.
¡Trabajador, Trabajadora!: en este escenario, si usted vota al PO, los Ruckauf y Duhalde tendrán una doble pesadilla. Por un lado, un pueblo dispuesto a ir a la lucha, a través de asambleas piqueteras de trabajadores ocupados y desocupados en cada rincón de la provincia y una Asamblea Provincial y Nacional. Por otro lado, un liderazgo político en defensa del pan, del trabajo, de la vivienda y del federalismo argentino.
Ajustemos a los ajustadores.
Jorge Altamira, diputado nacional por la provincia de Buenos Aires.
Una voz nuestra en el Congreso. Lista 137.