Políticas

24/11/2021

Salta: balance de la lucha del Partido Obrero en el Parlamento

Claudio Del Plá deja la Cámara de Diputados. 20 años de una bancada de lucha implacable contra el régimen oligárquico.

Bloque PO legislatura de Salta

La bancada conquistada en medio de la crisis del 2001, donde nuestra organización sufrió una brutal represión por parte del gobierno de Juan Carlos Romero, con compañeros del norte salteño presos y Claudio Del Plá con pedido de captura en ese año, finaliza hoy después de 20 años.

Una banca al servicio de la organización y el desarrollo de las luchas

A lo largo de estos años las bancadas del Partido Obrero han sido un punto de apoyo incondicional de todas las causas populares contra el régimen oligárquico responsable de que Salta sea la provincia más pobre y desigual del país.

En este sentido, combatimos al Estado como “primer precarizador”, y arrancamos la conquista del pase a planta de cerca de 10.000 trabajadores de planes sociales, y de los tercerizados de las empresas del sindicalista Patrón Eduardo Ramos.

Opusimos al cierre fraudulento del ingenio San Isidro un proyecto de estatización y puesta en funcionamiento de la empresa bajo control de los trabajadores para reservar los 700 puestos de trabajo.

Fuimos los voceros de todos los reclamos de los docentes autoconvocados, y cuando el parlamento burgués intentó sancionar al diputado Claudio Del Plá logramos con la decidida movilización docente que caiga el intento de “escarmentarlo”, y la media sanción para la derogación de la ley antihuelgas N° 6.821, que el Senado dejó caer.

Un programa para la educación

Ante el vaciamiento de la educación contrapusimos un programa integral y la reforma del estatuto de educador para terminar con la precarización y defender la carrera docente. Asimismo, logramos que se apruebe en Diputados una ley de centros de estudiantes para favorecer su organización independiente, que el Senado cajoneó.

Hoy la multiplicación de casos de abuso en las escuelas ratifica un objetivo a conquistar, que es la separación de la Iglesia de la educación y del Estado en general, tal como lo plantea nuestro proyecto de ESI como materia-taller con docentes especialistas, y así garantizar una enseñanza científica y laica con perspectiva de género.

La tierra para vivir

Con el apoyo de movilizaciones de los vecinos, se aprobaron varios proyectos de ley de expropiación de tierras para vivienda a iniciativa de nuestra bancada. La más importante fue la de las 100 Has de Pereyra Rosas, también la del Barrio Santa Mónica y las del asentamiento Taranto en Orán, además de otras en Tartagal y Metán.

Desenmascaramos al Estado de Romero, Urtubey y Sáenz como agente de los especuladores inmobiliarios y denunciamos en la Justicia los fraudes que cometió el gobierno de Romero con la compra y venta de tierras para vivienda. Organizamos el reclamo por la vivienda aprobándose la ley N° 7.245 de autoría de Pablo López, que protege la vivienda adjudicada por el IPV contra el intento de privatización y ejecución de las hipotecas por la banca privada.

La agenda de la mujer y las diversidades

Partiendo de la base de que la lucha contra la doble opresión que vive la mujer está asociada a la lucha contra el capitalismo, la agenda por los derechos de las trabajadoras y la diversidad siempre tuvo un lugar.

Nuestras bancadas fueron un instrumento de apoyo a la lucha independiente del movimiento de mujeres. Impulsamos la derogación del decreto 1170/12 de Urtubey que impidió por seis años la aplicación de las ILE en los hospitales públicos.

Batallamos contra posiciones reaccionarias de la oligarquía y la Iglesia contra la ley de matrimonio igualitario y la ley de identidad de género, y por la derogación de la contravencional que tiene un foco represivo contra la comunidad travesti trans.

Hemos planteado y seguiremos defendiendo un Consejo Autónomo de la Mujer y la Diversidad elegido y revocable por el padrón femenino, con presupuesto propio, responsable de garantizar todas las políticas de protección, como proyecto de ley y como iniciativa de lucha contra el Estado.

Salud y pandemia

En Salud batallamos contra el régimen privatizador, encubierto en el formato de la autogestión hospitalaria, siempre bajo el principio de que la salud debe ser un derecho universal garantizado por el Estado.

Tras la crisis social y sanitaria que desató la pandemia del Covid-19, hemos presentado un planteo integral de centralización estatal de todos los recursos (públicos y privados) bajo gestión de trabajadores y profesionales, de modo de garantizar el acceso universal a las prestaciones. Batallamos por la fabricación estatal de la vacuna, el derecho a los protocolos obreros en los lugares de trabajo, por los testeos y la protección de la vida de los que deben cuidarnos. Asimismo, armamos audiencias públicas para trabajadores y profesionales expongan los reclamos de los hospitales en la crisis.

La lucha contra la impunidad, nuestra bandera

Enfrentamos a un verdadero Estado policial que gobierna en Salta las últimas décadas impulsando el desmantelamiento del aparato represivo, y todo un andamiaje legal y un aparato judicial que lo sostiene. La lucha contra el gatillo fácil y los casos de impunidad, la denuncia implacable y el impulso a la organización de las víctimas han tenido en las bancadas del PO siempre un punto de apoyo (a veces, el único). Los recursos parlamentarios como las interpelaciones a los funcionarios o pedidos de informes ayudaron a ventilar los casos de torturas y muertes en las comisarías y potenciaron la movilización por el castigo a sus responsables en infinidad de casos. El Estado respondió con sucesivas reformas cosméticas en materia de seguridad, algunos torturadores fueron condenados, pero la tarea de desmantelar un estado policial, cada vez más vinculado con los delitos mafiosos del narcotráfico y el contrabando, sigue estando a la orden del día.

En esta misma línea, denunciamos no sólo una Justicia tutelada por el poder político, sino también por la Iglesia. Opusimos al dedo del gobernador la elección popular de los jueces. Nuestra senadora Gabriela Cerrano impugnó los jueces misóginos, denunciando los crímenes de responsabilidad directa del Estado, como el de las chicas Francesas, Liliana Ledesma, Mirta Llanos y Cintia Fernández, asesinadas por policías.

Contra la depredación capitalista y ambiental

Hemos enfrentado a un régimen oligárquico, depredador en materia ambiental, desde el principio de que la explotación capitalista de los recursos naturales se opone por el vértice a los intereses generales de los pueblos y sus trabajadores. Denunciamos palmo a palmo los desmontes masivos y además ilegales, la violación sistemática del ordenamiento territorial con complicidad del Estado para imponer, a como dé lugar, los intereses de terratenientes y capitales financieros que impulsaron la expansión del modelo sojero. Propusimos una moratoria de desmontes y una planificación del uso del suelo con intervención de los expertos independientes de la universidad y derecho a veto de las comunidades. Intervinimos contra la instalación de la fábrica de explosivos nitratos Austin, en apoyo de la lucha de años de los vecinos del “tranquerazo”, también por años y en todos los terrenos contra la contaminación que provoca la empresa Agrotécnica Fueguina con la disposición de los residuos en la Capital. La agenda de lucha por las grandes causas ambientales continua en la calle y nuestros planteos parlamentarios como en otros casos son un programa para organizarla.

Limitaciones y desafíos

Es claro que nuestra acción parlamentaria encontró límites. Las bancadas del PO y la izquierda son un instrumento de la lucha por una transformación social, nunca podrían imponerla por sí mismas en el estrecho mecanismo de los procedimientos parlamentarios. La extrema descomposición del régimen dominante, la multiplicación de la pobreza, la fuga del ahorro nacional producto del trabajo de los argentinos a paraísos fiscales, la aplicación del enésimo ajuste en beneficio de la usura internacional que plantea un retroceso civilizatorio en materia de los derechos de los trabajadores, nos plantea que está más vigente que nunca la lucha por esa transformación social que solo podrá llevar adelante un gobierno de los trabajadores.

Nos concentramos en superar los límites que hemos encontrado por la vía del desarrollo de una poderosa fuerza que dispute la dirección de las organizaciones obreras y populares para este propósito. Las elecciones que acaban de producirse nos han colocado más fuertes para enfrentar estos desafíos con la conquista de más bancadas para el Frente de Izquierda Unidad que integra el PO, en el Congreso Nacional y por primera vez en grandes municipios del Gran Buenos Aires.