Políticas

6/11/2013|1292

Salta: Caracterización y tareas en la recta final de la campaña

Minuta del Comité Provincial

Acta de la reunión del Comité de la provincia del Partido Obrero

La tapa de nuestro periódico, "Una votación histórica", se aplica en especial a Salta. Otorga un respaldo político gigantesco a la lucha por la reorientación del movimiento obrero y poner fin a la regimentación estatal de los sindicatos que ejecuta la burocracia sindical. Es un paso enérgico para fusionar al movimiento obrero y la izquierda revolucionaria. Este es el sentido estratégico que impulsa la acción parlamentaria del PO. La disputa por la dirección de las organizaciones del movimiento obrero, la juventud y las masas debe apoyarse en esta perspectiva. En Salta, esta tarea se concentra en la necesidad de recuperar el sindicato docente, por un lado, y desarrollar una vanguardia sólida en el de los petroleros. La burocracia sindical docente que ha entregado su propia consigna de aumento del 30% por un aumento en cuotas del 25%, sólo para docentes con cierta antigüedad y cargos. Debemos abrir una discusión sobre el método adecuado para poner fin a la burocracia de la Asociación Docente Provincial (ADP). Lo reclaman las decenas de miles de votos al Partido Obrero a lo largo de toda la provincia.


Nuestro ascenso se desarrolla en el marco de una transición política. Esto significa, entre otras cosas, que la política burguesa no ha encontrado aún su eje de reagrupamiento, ante la declinación del kirchnerismo. Esta fluidez política afecta por sobre todo a las provincias cuyos círculos gobernantes atraviesan una dura lucha faccional. Las exhortaciones de la prensa para que el PJ cierre filas o para que una u otra facción supere sus limitaciones, caen en el vacío. La reestructuración política del destartalado poder político, en Salta, no puede tener lugar hasta que se definan los bloques en disputa a nivel nacional.


La salida a la descomposición del urtubeysismo y del conjunto de las fuerzas patronales tradicionales (PJ, UCR, PRS, PPS, etc.) está atada al proceso nacional. Una salida de tipo especial, como sería el caso de Olmedo, parece haber agotado sus municiones. La burguesía sigue apostando a desvíos democratizantes, no a desvíos fascistoides. En resumen, mientras el crecimiento electoral de nuestro partido establece una concentración de fuerzas populares en un polo político definido, en el campo contrario reina la dispersión de las fuerzas capitalistas. Caracterizar que Salta atraviesa una polarización política, sería exagerar y deformar la realidad del campo adversario; la polarización se encuentra en un futuro, no en lo inmediato. El intento de crear esa polarización, por parte del Obispado, Olmedo y el Opus Dei, en los diez días anteriores a las elecciones nacionales, con la campaña contra nuestro planteo de derecho al aborto seguro, legal y gratuito, fracasó en forma rotunda, se convirtió en un 'bumerán' que nos propulsó todavía más lejos. Mientras Urtubey insinuó varias veces que la provincia vive una polarización -esto para atraer hacia el gobierno los votos de las fracciones rivales-, Romero hace lo contrario -divulga que somos un fenómeno pasajero para abrevar en nuestra votación. El mensaje del régimen político es un amasijo de contradicciones.


En los pocos días que quedan para las elecciones, sería muy útil difundir esta caracterización de la situación de las fuerzas en presencia, como elemento de propaganda, porque nos permite desarrollar con más consistencia las denuncias sobre las corruptelas del régimen y sus peleas de camarilla. Al mismo tiempo nos obliga a definir nuestra política frente al cuadro parlamentario que emergerá después del diez, que podría darnos posiciones mayoritarias en diversos concejos deliberantes, en especial en la ciudad capital. Las facciones oficiales de la provincia ya nos están interpelando sobre este asunto, con la intención de demostrar que el voto hacia el Partido Obrero, sería como una suerte de marcha hacia el abismo. Al oficialismo le interesa colocar la polarización como eje de la discusión de la campaña en curso; a nosotros nos interesa desarrollar un programa de transición en un período de transición política.


Nuestro eje debe ser desarrollar las mediaciones políticas necesarias (reivindicaciones transitorias), partiendo del cuadro de maduración actual de la clase obrera y los explotados; el ‘maximalismo' se lo dejamos a la santa trinidad de Urtubey-Romero-Olmedo. Por esta razón, impulsaremos una gira de nuestros parlamentarios por los barrios para explicar la orientación social del gobierno actual y armar pliegos y reivindicaciones inmediatas. Por ejemplo, un primer planteo es la derogación del impuestazo de principios de año, que está al servicio del rescate de un régimen de contratistas parásitos y de la camarilla corrupta de Isa, y no del financiamiento en abstracto del Estado. La atención de las necesidades fundamentales del municipio pasa, por lo tanto, por el fin del maridaje con los contratistas del Estado, o sea el desmantelamiento del régimen actual.


En esta misma línea, en la campaña en el departamento San Martín debemos divulgar el planteo de la nacionalización de los hidrocarburos, planteando cómo la explotación del petróleo por parte de las multinacionales y los contratistas locales es un factor poderoso de estrangulamiento y miseria del departamento, y que el objetivo de industrializar el norte salteño pasa por la nacionalización de los hidrocarburos bajo control obrero. La nacionalización va atada a la industrialización, a la transformación general de las condiciones de desarrollo económico y de vida en el municipio. En Orán, en la misma perspectiva, debemos reafirmar nuestro planteo, basado en el mandato del voto, sobre la convocatoria a un congreso obrero del departamento, a todas las organizaciones populares.


Mientras el oficialismo dice que hemos estado diez años sin hacer gestión parlamentaria, nosotros, siendo minoría, hemos hecho de nuestros proyectos un instrumento de organización popular y un factor de reagrupamiento político de fuerzas populares en torno de un programa obrero y socialista. Otra muestra de la confusión de los de arriba: el PPS, el partido de la dictadura, ha salido a acusarnos de ser un partido antidemocrático.


Debemos contestar a estos ataques, pero no de manera defensiva, sino redoblando nuestras denuncias contra ellos y exponiendo el estado de su descomposición política, o sea su incapacidad de gobierno.


Tenemos solamente cinco días de campaña, en los cuales debemos redoblar los esfuerzos de movilización política de toda nuestra nueva y vieja periferia política para garantizar hacer todo lo que depende de nosotros para desarrollarnos y concretar el ingreso de parlamentarios en cada uno de los municipios en donde se abren estas posibilidades. Nuestra campaña, en particular nuestro acto de cierre, más la lucha por la fiscalización de nuestro voto el próximo 10 de noviembre, deben ser nuevamente un factor de movilización política muy amplia de todos los activistas y simpatizantes que vienen a nosotros.


Resolvemos sacar una agitación específica para el caso de capital sobre la importancia de la elección y cuáles serían las tareas de un bloque de mayoría del Partido Obrero en el Concejo, lo mismo en relación con el ingreso en el Senado de la provincia. También en el caso del departamento San Martín, una agitación específica que haga un desarrollo de la cuestión petrolera en los términos expuestos más arriba.


Se votan agendas en capital y en los departamentos de San Martín y Orán.


 


31 de octubre