Políticas
14/3/2017
Salta: dictamen de la Procuración Nacional contra la educación católica en las escuelas públicas
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La Procuración General de la Nación dictaminó el cese de la enseñanza religiosa en la currícula de las escuelas públicas salteñas. El posicionamiento surge a raíz de un recurso extraordinario federal presentado por la Asociación de Derechos Civiles (ADC) y particulares. Indica que corresponde dejar sin efecto la sentencia de la Corte de Justicia de Salta, quien se había expedido a favor de esta intromisión de la Iglesia Católica en la educación.
El dictamen señala que "corresponde ordenar el cese de la enseñanza religiosa dentro del horario escolar y como parte del plan de estudios” y se posiciona en contra de los rezos, las bendiciones, oraciones en cuadernos y otros rituales católicos a los que miles de niños salteños son sometidos todos los días.
La Procuración afirma que el gobierno de Urtubey, la Legislatura y la Corte salteña vulneraron normativas argentinas e internacionales, “lesionando severamente los derechos constitucionales fundamentales de las minorías religiosas y no religiosas”.
La progresividad de este dictamen radica en que sustrae a la Iglesia católica de los planes de estudio de la escuela pública, aunque está lejos de garantizar el ateísmo científico en el sistema educativo. Se basa en el carácter discriminatorio de estas prácticas y su lesividad a la libertad de culto. Recordemos que, durante el gobierno de CFK, la ley 1420 fue derogada, excepto en su artículo 8, que textualmente plantea que las clases de religión son “optativas”, fuera del horario escolar, a cargo de los referentes de cada uno de todos los cultos y sólo con autorización expresa de los padres.
La justicia salteña había avalado la avanzada católica apoyándose en la letra de la ley de educación provincial y en el artículo 49 de la constitución salteña, que hablan de impartir formación religiosa “de acuerdo a las creencias de los padres y tutores”. En la práctica, la única religión que se imparte es la católica y esto lo garantizan a través de un poder de veto otorgado a la Iglesia sobre la elección de docentes.
Oscurantismo
La religión en las escuelas salteñas va mucho más allá de una materia semanal. No sólo porque los niños recen a la entrada y salida de clases, o participan de la novena del Señor del Milagro y asistan a misa. La Iglesia Católica, enemiga acérrima del conocimiento científico, se entromete en los contenidos, presionando contra la genética, la fertilización asistida, la educación sexual (rechaza el uso de preservativos), negando la evolución y sosteniendo la creencia de la inferioridad de la mujer.
El oficialismo ahora finge preocupación por los docentes de religión que queden sin trabajo, pero los mantiene en una máxima situación de precariedad y de arbitrariedad, al someterlos a la constante venia clerical. El PO ha acompañado los reclamos laborales de estos compañeros y exige que, en caso de suprimirse la materia de religión, los docentes mantengan su estabilidad y que el Estado los reasigne en otras funciones docentes o administrativas, dándoles el tiempo y los recursos necesarios para su formación.
En una de las provincias más pobres, con femicidios récord y embarazos adolescentes masivos, es claro el rol central de la Iglesia como sustento de una ideología reaccionaria, que legitima el atraso y lo refuerza. El clero se ha mostrado como un verdadero ariete en los conflictos obreros, justificando represiones. Durante la heroica huelga de Tabacal, por ejemplo, el Obispo de Orán, Oscar Zanchetta, llegó a decir que se debía levantar el paro “para evitar el derramamiento de sangre”. Son apretadores profesionales.
El dictamen de la procuración debe ser ahora ratificado por la Corte Suprema. Quienes hemos luchado por el laicismo en la educación tenemos más razones que nunca para reforzar una campaña que exija una fallo inmediato en contra de la política oscurantista de Urtubey. Hay que mantener lejos de los niños a quienes vienen a defender el ajuste, el abuso y la ignorancia en nombre del Señor.