Salta: la docencia en la tercera semana de paro por tiempo indeterminado
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La movilización de 7.000 docentes del miércoles 9 de abril ha pulverizado las últimas maniobras para que, haciendo jugar a la intergremial, la huelga sea levantada. Es que los gremios carneros convocaron al paro a sabiendas de que les iban a dictar la conciliación obligatoria y pretendieron que los docentes, que paran con la asamblea, sean arrastrados a levantarla también. Al cabo de la marcha, se instaló un campamento en la plaza central y dos compañeras de Aguaray iniciaron una huelga de hambre. Hay carpas también en las plazas de varios pueblos del interior que se han transformado en el escenario de las asambleas cotidianas y la solidaridad de la población.
El lunes, la burocracia de la Asociación Docente Provincial (ADP) había convocado una contramarcha, que aun habiendo el gobierno otorgado comisiones de servicios para concurrir, terminó siendo un pequeño acto con no más cien asistentes entre los que se encontraba Roberto Baradel, avalando a la dirección carnera. El acto se convirtió en un boomerang que generalizó la indignación de la docencia y la rebelión de las bases de ADP.
El movimiento crece con asambleas y movilizaciones en todos los pueblos. Se recuperan todos los métodos de la asamblea autoconvocada que se puso en pie en 2005 y fue, por cuatro años, la representación única de la docencia salteña.
En este cuadro ha entrado en crisis la “intergremial” que nuclea a ADP, Sadop, Amet y ATE. Este último tuvo que anunciar su salida de la intergremial como resultado de una asamblea que, además, le impuso a su burocracia la convocatoria a 72 horas de paro y una suerte de adhesión a la asamblea.
Se ha ratificado el paro por tiempo indeterminado y una marcha a la Legislatura el martes 15 cuando se trata el proyecto de los diputados del PO para que el gobierno reciba a los representantes de la asamblea (ver primer informe de las bancadas del PO a la Asamblea Docente).
Los ataques del gobierno giran sobre dos ejes: no existe la asamblea de los Docentes Unidos (la última reunió 1.500 compañeros, muchos de ellos delegados) sino apenas un movimiento manipulado por el PO que reclama aumentos imposibles de pagar. Desde la primera conferencia de prensa de los ministros Carlos Parodi(Economía) y Dib Ashur (Educación), hasta la solicitada publicada los días 12 y 13 en el diario El Tribuno, en donde presenta que con los 5.500 pesos al básico, los sueldos se irían por la nubes, se repite esta línea que, por ahora, sólo ha provocado mayor indignación de la docencia.
Con todo, el gobierno ha debido anunciar que está dispuesto echar lastre. Se anunció que reabrirá la paritaria este año, cosa hasta ahora negada y que las negociaciones empezarían en junio cuando termine de pagarse la segunda cuota del 25% que se había acordado en octubre pasado con la burocracia, para todo 2014.
Claro que la condición del gobierno para volver a discutir es que se levante la huelga y por supuesto hacerlo con la intergremial y no con la asamblea. Negociar con la dirección de la asamblea significaría quebrar una de las patas del régimen político. Cuando ocurrió esto, en 2005, Virgilio Choque (ex secretario general de ADP) quedó como “figura decorativa” por tres años. Tuvo que asumir Urtubey y explotar a fondo las expectativas políticas de la docencia y la cooptación de buena parte del activismo docente, para reconstruir la regimentación de la burocracia y volver a negociar con ella.
La pretensión del gobierno es hacer “control de daños”, reabrir la discusión con los topes fijados por Ctera: $4.400 de piso y un máximo del 28% sobre la escala.
La huelga docente coloca en estado deliberativo al resto de los estatales que también aspiran a reabrir sus paritarias. El paro nacional fue masivo en judiciales, una asamblea de municipales de Orán votó el paro y logró la adhesión del 100%.
La docencia recibe un amplio apoyo de la población que aplaude las marchas y colabora con víveres para la olla popular. Se siente que el triunfo de los docentes será el triunfo de todos los trabajadores contra el ajuste.
Se ha ido fortaleciendo la asamblea con la elección de delegados de todos los departamentos, los compañeros de Tribuna Docente son grandes protagonistas de este proceso y varios de ellos delegados.
Sin embargo, el Sitepsa de Gamboa sigue pretendiendo, como desde el principio, convertir la asamblea en un apéndice de su pequeño sindicato en formación. Ahora lo hace con la presentación, a espaldas de la asamblea, de un amparo y una cautelar para pedir un lugar en la paritaria para su dirigente y que un juez convoque a audiencia de conciliación. Es decir, pretende erigirse en única representación de la lucha y meter a la Justicia de Urtubey como cuando en 2009 el juez Costas fue un instrumento para que se levante la huelga. Defenderemos la unidad de la asamblea que es el método que ha permitido poner en pìe esta enorme lucha contra a estos planteos divisionistas. Enfrentamos la línea de desgaste que se ha dado el gobierno apoyándonos y promoviendo la solidaridad activa de toda la población.